La ceremonia de los Oscar recorrió el mundo entero hace un par de semanas. Dentro de los eventos sucedidos me gustaría rescatar el gusto por el cine, uno acude al cine para asombrarse, experimentar sensaciones únicas, conocer historias increíbles o para reírse un rato. ¿Te gustan las películas de época o las que nos relatan alguna historia relacionada con arte?

Hoy te voy a contar acerca de una película que más que datos biográficos, nos cuenta una historia de vida.  Primero me gustaría platicarte acerca del contexto de la película, durante la Segunda Guerra Mundial, el mundo del arte sufrió muchos estragos. ¿Alguna vez has escuchado esa historia de que Adolf Hitler fue un artista frustrado? Fue verdadero, intentó ingresar a la Academia de Bellas Artes de Viena pero lamentablemente no fue aceptado, esto le creó un tremendo disgusto que años después se vio reflejado. Durante su régimen el arte fue un tema muy sensible, cuando sucedían los desalojos por parte del ejército nazi a las residencias de los ciudadanos judíos, el arte que se encontraba en los domicilios era evaluado, si cumplía con ciertos estándares eran tomados a la fuerza por el ejército y resguardadas para la colección privada de Hitler, desgraciadamente las que no pasaban el estándar establecido desaparecían, muchas de estas obras eran obras de arte moderno europeo, como piezas de Pablo Picasso.

Después de la Segunda Guerra Mundial muchas de estas piezas incautadas por el ejército de Hitler permanecieron en bodegas ocultas del gobierno de Alemania; sin embargo, algunas alcanzaron salir a la luz y hoy se muestran en algunos de los más grandes museos de arte. Una de estas piezas fue la obra de “Adele Bloch-Bauer I” hecha por Gustav Klimt, la cual, después de la guerra, terminó en la Galería Austríaca  Belvedere en Viena, sin embargo, durante conflicto bélico, dicha pieza sufrió el incauto por parte del ejército alemán, siéndole arrebatada a su dueño original, por lo cual, años más tarde Marie Altmann, heredera del propietario, inició una batalla legal contra el gobierno austriaco para poder recuperar la pieza que le fue arrebatada a su familia, fue así, como después de una gran batalla legal, en 2006 Marie Altmann ganó el juicio y finalmente la pieza volvió a su familia, sólo que esta vez volvieron al país que se convirtió en su refugio, Estados Unidos, después de que se vio forzada a huir de su país natal. Esta historia es narrada en la película La Dama de Oro (2015) y cuenta con las actuaciones de actores como Helen Mirren, te recomiendo que la busques en los catálogos de los servicios de streaming.

El arte puede conectar con nosotros a través de otros medios, además de ir al museo, se puede conocer sobre éste en los libros y a través de las demás bellas artes. En ocasiones sólo necesitamos una buena película para poder disfrutar de este. Pero tú qué opinas ¿crees que si Marie Altmann no hubiera luchado por la obra artística hubiera sido restituida a su legado familiar de la manera adecuada?

*Lic. en Historia del Arte
 y Curaduría

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