En tanto Juan José Ruiz Rodríguez, dirigente del PRI en Querétaro, continúa armando su estructura de “cuates”, para enfrentar las elecciones de julio de 2018, otros priístas han decidido irse de las filas de su partido y probar suerte por la vía independiente o en otras fuerzas políticas; poco les importa el debilitamiento real de los más de 100 mil militantes que se afiliaron en el gobierno de José Calzada.

La lista de priístas que siguen abandonando las trincheras continúa creciendo y a Juan José Ruiz y su grupo de “cuates” ni en cuenta. Más y más nombres de militantes priístas que renuncian están en las listas de aspirantes a candidatos independientes, mas ya se han incorporado a otros partidos ¿Nombres? Mejía Lira, Luis Gabriel Osejo, Belem Ledesma, Pablo Vázquez, Leopoldo Bárcenas, Diego Foyo, María Alemán, Dolores de la Torre, Juan José Jiménez, Tania Ruiz, etcétera. La lista continúa creciendo. Otros más ya forman parte de la estructura de los partidos políticos locales o bien son parte activa de los nacionales.

En tanto, algunos de los “avorazados” dicen que ya hablaron con la persona que les garantizó la candidatura, con “Pepe”, es con quien deben hablar; afirman los del “equipo” sin interesarles que el PRI local se desmorone sin remedio; lo risible para muchos —dicen— que en la “nueva estructura” de JJ, hay personajes que fueron inhabilitados por autoridades administrativas por malos manejos y otros más, incluso, por autoridades judiciales, unos más tienen expedientes abiertos por corrupción; sin embargo, su objetivo son las candidaturas y no el fortalecimiento del PRI —ésa es la queja— para enfrentar con posibilidades de triunfo las próximas elecciones. El problema mayor que tiene JJ, está arrastrando ineludiblemente sus escuálidas ambiciones a una diputación plurinominal, a la pérdida de votos a favor de los futuros candidatos a cargos de elección federal, a pesar de que el PAN queretano hace lo posible por seguir durmiendo en sus laureles por la necedad de Ricardo Anaya, de ir en coalición con el PRD, que cada vez se desdibuja más. Bien sabe JJ que, con un mínimo de votos, él logra llegar a la siguiente Legislatura y logrará la protección que busca. Y así está parte de su “grupo”.

Tal vez JJ y “su enclenque grupo político” ignoren la realidad por conveniencia propia o sufren de miopía política que les impide ver la realidad. El pasado jueves lanzó un discurso desarticulado y alejado de la realidad, cuando dio posesión a los delegados políticos, dijo entre otras cosas: “Recuperemos Querétaro de las ambiciones personales de políticos que no respetan la historia” ¿Qué? Y agregó que ellos —su grupo— siguen adelante a pesar de las críticas de la oposición ¿Cuál oposición, la externa o la interna? Les pidió unidad para cuando lleguen las candidaturas a cargos de elección popular. Pero ¿cómo? Si él es el principal desarticulador y desmotivador de la unidad, de ahí la renuncia de muchos priístas, de los cuales unos han hecho pública su salida, muchos más ya están trabajando con otros partidos. Un ejemplo más de la falta de coordinación y unidad que pregona, fue la dualidad de eventos que este sábado llevaron a cabo los priístas; a la misma hora, pero en distinto lugar, el coordinador de los legisladores rindió su segundo informe de actividades legislativas que, de suyo, resultó interesante, en tanto que el Organismo Nacional de Mujeres Priístas, daba posesión a la estructura partidista en el Municipio de Querétaro ¿A cuál unidad se refirió JJ? ¡Preguntaron! Los hechos se oponen a la necia realidad.

Las mentiras de JJ superan la ficción política. Aseguran muchos priístas estar a la espera de la aparición del candidato a la Presidencia de la República, para que su equipo ponga orden y corrija los abusos y errores de miope visión. Guardan la esperanza de que se reordene el PRI queretano y en otros lugares que, ante la inexperiencia política de Enrique Ochoa, ha dejado que las cosas pasen sin mayores complicaciones, en tanto que el delegado priísta del CEN Cleomino Zoreda Novelo no sabe lo que sucede a su alrededor, simplemente cumple con su responsabilidad de “pasearse” por Querétaro y cobra por su representación sin que tenga capacidad política para poner orden y es que, dice, según ha trascendido, las órdenes —o desordenes— vienen de una Secretaría de Estado y no quiere enfrentarse a ese secretario. Todos saben que se trata de José Calzada ¡Nadie lo confronta!

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