Después de una exhausta jornada electoral, Joe Biden ha sido proclamado el presidente número 46 de los Estados Unidos de Norteamérica.

Sin duda, el sistema electoral del país vecino del norte volvió a mostrar sus deficiencias, dejando en vilo a la nación y al mundo entero durante casi 4 días, pues los resultados no fluían y los rumores crecían en torno a la reelección de Donald Trump.

La incertidumbre se vio enardecida con los mensajes disruptivos del todavía mandatario norteamericano, en el sentido que había fraude y que le habían robado la elección, discurso por cierto muy conocido aquí en México.

Al final, después de muchas horas de indecisión, el sábado en la tarde Joe Biden se alzó con el triunfo con los 270 votos electorales que necesitaba para conquistar la presidencia de su país.

Ello demuestra que en la política las emociones cuentan y mucho, y que en ocasiones es muy difícil, casi imposible, pronosticar el resultado.

Para ello basta recordar los pronósticos que se daban hace 4 años, cuando todo mundo pensaba que Hilary Clinton ganaría sin problemas y fue derrotada por Trump. Ahora se le daba una ventaja muy amplia a Biden, de 2 a 1, y vimos que no fue así, pues la contienda estuvo cerrada y reñida. Asimismo, contrario a lo pensado, Donald Trump y los republicanos tienen gran simpatía entre los latinos, ya que una base importante de sus votantes lo constituye este grupo.

Ahora sigue la operación cicatriz, pues sin duda esta elección ha dejado duramente dividido a nuestro vecino, pues aunque los demócratas se alzaron con el triunfo, no pueden dejar de lado que casi el 50% del electorado simpatiza con la otra opción, así como que los republicanos tienen una fuerte presencia en el Congreso.

Por lo pronto, el futuro presidente ha salido a dar un mensaje de unidad al pueblo norteamericano y ha comenzado con ideas claras y contundentes, como nombrar un equipo de expertos para enfrentar la pandemia que tantas vidas ha costado. Tema que lamentablemente Donald Trump dejó en el olvido.

De igual manera, mucha gente me pregunta ¿Qué le conviene a México?

Creo que independientemente del presidente en turno, Estados Unidos tiene su agenda y prioridades propias, por lo que a nuestro país no le depara una situación muy diferente a la que actualmente vivimos; sin embargo, hay algo muy distinto entre el futuro mandatario y el que ahora se retira, y tiene que ver con su mesura.

Es un sujeto más institucional y precavido, diplomático y sereno, que antepone el diálogo a la acción, lo que en cierta medida da seguridad a nosotros y en general al mundo.

Esperemos que la relación con el nuevo mandatario sea fructífera y en un plano de concordia y respeto, donde se acaben las amenazas e intimidaciones.

Por el momento, me parece que el presidente de México debe reconocer el triunfo del nuevo dirigente y acercarse con su equipo, pues ante la actitud tan indulgente que mostró ante Trump, nos ha dejado en una no muy buena posición.

Google News