Como representante popular, mi principal obligación es que cada una de mis actividades se refleje de manera positiva en el día a día de los ciudadanos; es decir que el propósito final de un servidor público es trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas que representa. Por eso una prioridad en este nuevo periodo de sesiones de la Cámara de Diputados, será luchar para corregir la actual gestión económica del gobierno federal, la cual ha probado estar muy lejos de beneficiar el bolsillo de las familias mexicanas.

La agenda legislativa de Acción Nacional para este periodo legislativo propone modificar la reforma fiscal aprobada recientemente por el PRI, PRD y Partido Verde, pues ha lastimado gravemente la economía de las familias, provocado la pérdida de competitividad en la frontera norte y una caída generalizada en el consumo.

Al mismo tiempo el desempleo se encuentra a la alza, la gasolina aumenta de precio constantemente y la deuda pública crece de manera alarmante, todos los anteriores síntomas son el anuncio de una previsible crisis económica, que si no se toman medidas inmediatas y responsables, puede traer escenarios que ya habían quedado atrás en nuestro país, como las devaluaciones recurrentes y el alza de precios, así como una generalizada depresión de la inversión y pérdida de empleos.

Contra este gris panorama debemos ser responsables y propositivos, trabajar para lograr mejores condiciones de vida para todos, por ello apoyaré una propuesta legislativa que dinamice el crecimiento económico y resuelva las necesidades de nuestras familias.

La meta es impulsar una economía competitiva, generadora de empleos y bienestar, dar marcha atrás a la nociva reforma fiscal y promover el regreso del régimen de pequeños contribuyentes, corregir la tasa del IVA en la frontera para recuperar su dinamismo e introducir mecanismos para apoyar a los productores y a las clases medias mexicanas.

Al mismo tiempo es una obligación procurar que las reformas aprobadas recientemente en materia económica y que hacen tanto énfasis en la apertura a la competencia en todos los mercados, efectivamente se concreten, viéndose reflejadas en beneficios para el consumidor.

Otra prioridad en este periodo legislativo será la vigilancia estricta al gasto público, queremos transparencia en los tres órdenes de gobierno, reducir los costos de la burocracia y aumentarlo en materia de salud, educación e infraestructura.

Traducir las reformas en crecimiento económico con sustentabilidad, apoyando la competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa, fortaleciendo el mercado interno y al mismo tiempo transformando a fondo el campo mexicano para garantizar el abasto de alimentos.

El PAN ha impulsado también una consulta popular, con el propósito de que se fije un nuevo salario mínimo que cubra todas las necesidades de una familia, pues desde 1981 a la fecha, el salario mínimo ha perdido 70% de su poder adquisitivo.

Bienestar, es la finalidad que buscamos quienes participamos en algunas de las reformas más importantes que se han planteado en la historia legislativa de nuestro país, pues para mí estas reformas no podrán ser consideradas un éxito de la clase política mexicana, si no se reflejan en beneficios tangibles en el bolsillo de los mexicanos.

Si cada mexicano no las hace suyas y ve reflejado su impacto en una mejora a su calidad de vida, entonces constituirán otro fracaso que denunciara una vez más el divorcio entre los intereses políticos y económicos de una cúpula y las necesidades de nuestras familias, que a fin de cuentas son a quienes debemos rendir cuentas.

Diputado federal por Querétaro. Vicepresidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión

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