“Ya no manda la delincuencia organizada como era antes, ya no hay torturas, desapariciones, ni masacres” dijo el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador en su Segundo Informe de Gobierno, pero… yo tengo otros datos, respecto a esto y muchas otras de las falacias que enunció “el segundo mejor presidente del mundo”.

En total, en el tiempo que ha gobernado Morena, más de 60 mil mexicanos han sido víctimas de homicidio; la violencia durante el sexenio de López Obrador se ha disparado. 2019 fue el año más violento en la historia de México con 35 mil 588 asesinatos y en marzo de 2020, cuando inició la contingencia en nuestro país, se rompió el récord del mes más violento del que se tiene registro, cuando se registraron en promedio 82 homicidios diarios; en cuanto a violencia de género se ha disparado, del año 2018 al 2019 hubo un aumento de 4.3% en los feminicidios reportados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), registrando 934 en 2019, con un promedio mensual de 77.83 feminicidios. La cifra de enero a julio de 2020 es de 549 feminicidios, lo que representa un aumento en el promedio mensual con respecto al 2019, registrando 78.42 feminicidios al mes.

Además de las muertes por causa dolosa, debemos aumentar las de los niños y niñas enfermos de cáncer, que perdieron la vida por falta de medicamentos desde que inició la administración federal. Y, ya hablando del tema de la salud, ¿cómo ha apoyado el Presidente en este sector por la pandemia de Covid-19? Lo dejo a su consideración, porque al menos hablando económicamente ha ido muy mal, pues se han perdido 25 millones de empleo, tanto formales como informales.

En cuanto a infraestructura, el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, iniciaron sin las debidas autorizaciones de impacto ambiental y en el caso del tren y la refinería ya han destruido vegetación y flora de los espacios donde se están construyendo, pero eso sí, se han encargado de bombardearnos con spots publicitarios donde dicen que dan trabajo a 150 mil personas.

La función del informe presidencial es la rendición de cuentas y, para ello, es indispensable que la persona obligada acuda al Congreso de la Unión, para que exista un debate, cuestionamientos concretos, explicaciones, puntos de acuerdo, compromisos y rectificaciones, pues hay una diferencia abismal entre lo que se entrega por escrito y lo que se dice verbalmente. El informe debe ser a los ciudadanos que eligieron a sus servidores públicos, no a los demás políticos.

El informe entregado nos muestra condiciones dramáticas que contrastan con lo ambicioso de las promesas y propuestas de campaña, promesas que por cierto, parece que no se alcanzará ninguna. Pero… ¿qué podemos esperar de un presidente que no acata ninguna de las leyes? se supone que debe por obligación portar la banda presidencial según el artículo 43º de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos. Ni siquiera eso pudo hacer.

A dos años de ser gobernados por Morena se han cancelado obras, se ha ordenado la libertad de delincuentes y se les protege, se modifica, recorta o elimina presupuesto a instituciones, se convoca a una rifa engañosa, se confiesan delitos electorales y no pasa nada, se reciben “aportaciones del pueblo”, entre muchas otras cosas.

Yo quiero vivir en el México que describió López en su Segundo Informe de Gobierno, y no en el que hay violencia, desabasto de medicamentos, crisis económica, corrupción, malos manejos de pandemia y fraude electoral. “El logro más grande de AMLO en estos dos años, es que ha querido tanto a los ‘pobres’, que los ha multiplicado”.

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