Todo indica que las riendas de la Selección recaerán en la persona de Gerardo Martino. El argentino ya no renovó con el Atlanta United y el abanico de posibles candidatos se ha reducido.

El hecho de que un técnico devaluado como el Tata llegue a la Selección Mexicana confirma la teoría de que este Tricolor es muy barato, en el sentido de que actualmente cualquiera puede estar en él.

Una convocatoria en el combinado nacional debe ser motivo de orgullo y honor, un lugar privilegiado en el que todos quieren estar. Hoy en día, jugadores y entrenadores se dan el lujo de rechazar las convocatorias, de preferir compromisos personales y otros tantos de firmar por otros proyectos.

Todos teníamos en mente al menos cinco opciones antes que el Martino, mismas que se fueron disipando con el paso de los meses. El Tata puede presumir haber dirigido a la selección de Argentina y al Barcelona, aunque ambas con más pena que gloria.  Viene de hacerlo bien con el Atlanta United, pero en una liga que no es un gran parámetro futbolístico. Es una completa incertidumbre y una reacción ante una falta de planeación.

En conclusión, la dura y triste realidad es que Martino fue de los pocos que aceptó dirigir al Tricolor ante una desesperada necesidad de tener un entrenador para la Selección Nacional

Google News