Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. Benjamín Franklin. Padre fundador de los Estados Unidos de Norteamérica. (17 de enero de 1706 -17 de abril de 1790).

Muy agradecida con la vida y con el creador por, en su beneplácito, permitirme entrecruzar en este año recién nacido palabras, ideas y propuestas. Desde lo más profundo de mi corazón hago votos porque todos disfrutemos con salud, amor y prosperidad de momentos invaluables que impulsen positivamente a que nuestra existencia sea la caja de resonancia de una eternidad plena y feliz, por medio de nuestras acciones responsables, amables, formadoras y comprometidas.

Este sábado animosamente vengo a poner sobre la mesa un tema que está en boga y me refiero al nacimiento del cuarto sector, tal como como el título de esta columna.

Pero antes haré un repaso previo por los sectores tradicionales que ya conocemos:

1. El  sector público es el compuesto por entidades gubernamentales que generan sus ingresos principalmente a través de los impuestos y buscan crear bienes públicos, servicios públicos y un estado de derecho para el beneficio de los ciudadanos dentro de sus jurisdicciones.

2. El  sector privado está conformado por empresas con fines de lucro, que producen sus ingresos mediante la venta de bienes y servicios en el mercado y busca principalmente enriquecer a sus propietarios e inversionistas.

3. El  sector  sin fines de lucro se integra por organizaciones sin fines de lucro y organizaciones no gubernamentales, que generan sus ingresos principalmente a través de donaciones privadas y contratos gubernamentales y buscan responder a los acuciantes problemas sociales, ambientales y de beneficencia.

Cada uno de estos sectores tiene sus propias definiciones legales, así como sus sistemas de apoyo que en realidad son “ecosistemas”  bien desarrollados e interrelacionados, para cumplir con sus necesidades y desafíos.

La interrelación entre los sectores ha provocado un gran impacto positivo, que puede generar nuevas formas de avanzar hacia un mundo próspero. Estos desarrollos también han dado lugar a importantes desafíos y preocupaciones.

Existe una falta de congruencia entre lo que las organizaciones intentan hacer en la práctica y lo que están legal y estructuralmente diseñadas, y autorizadas a hacer. Estas tensiones conllevan un mayor riesgo, incertidumbre y confusión para inversionistas, empresarios, donantes, consumidores, formuladores de políticas y otras partes interesadas.

Una  cuestión  importante de la adaptación organizativa que se  produce, se centra en la fusión de dos actividades: la  comercial  y la  búsqueda de objetivos sociales, medioambientales y benéficos.

En los últimos años, algunos países como Estados Unidos han adoptado estatutos y regulaciones especiales para desarrollar nuevas formas de organizaciones más adecuadas,  para la integración de actividades comerciales con actividades de beneficio público.

La escala significativa, el amplio alcance y el rápido crecimiento del panorama de las organizaciones que intentan integrar estas actividades, junto con las leyes y regulaciones que se están desarrollando para reconocerlas y apoyarlas, están dando lugar a un “cuarto sector” distinto de la economía; en general, se hace referencia a estas organizaciones como  entidades socio-ambientales  y el cuarto sector emergente también se conoce como el sector socio-ambiental.

Para satisfacer la demanda de un marco conceptual claro,  y ofrecer datos y estadística sobre el cuarto sector, desde el año 2014 The Fourth Sector Group en asociación con el Urban Institute, The B Team  y un consejo de expertos con más de 180 miembros, llevan adelante una Iniciativa global que busca generar conocimiento a través del Fourth Sector Mapping Iniciative.

Los objetivos de esta iniciativa incluyen desarrollar una taxonomía y una definición de consenso sobre los límites del cuarto sector, para identificar los beneficios y las barreras que enfrentan estas organizaciones, y así comprender su potencial para generar impactos económicos, sociales y ambientales.

Hasta la fecha, el Cuarto Sector ha emergido de manera orgánica en Iberoamérica, mediante el esfuerzo colectivo de miles de iniciativas a nivel comunitario. De la mano de la  Secretaría General Iberoamericana  (SEGIB) se lleva adelante el proyecto El Cuarto Sector, una plataforma multi-sectorial integrada por los 22 gobiernos iberoamericanos y aquellas personas, instituciones públicas, empresas, hubs de innovación, universidades, centros de pensamiento, aceleradoras y entes filantrópicos comprometidos con éste.

Espero, mis distinguidos lectores, haber podido abrir una nueva inquietud en su hambre de conocimiento, una sabiduría empapada en la practicidad que nos da el convivir cotidianamente y tener como objetivo común la procura de nuestra casa, el Planeta Tierra.

Por hoy me despido con mi acostumbrada frase: “¡Hasta siempre, me voy a ser feliz, haga usted lo propio!”… no se pierdan la próxima edición de “CAUSAS”, sin duda vendrá con un tema muy atractivo e interesante. ¡Hasta la vista!

Google News