Cada año, el Ejército mexicano recorre incesantemente sierras y montes en busca de plantíos ilegales de mariguana.

Aunque según cifras oficiales de 2013, esto podría estar cambiando a mínimos no vistos desde los años setenta. ¿Significa esto un importante cambio de política? Tal vez. Estos son los datos:

1. Entre 1995 y 2012, los decomisos de mariguana promediaron 1,631 toneladas por año. En 2013, el total fue de 972 toneladas, 40% por debajo del promedio histórico.

2. Los números de erradicación son igualmente sorprendentes. De 1995 a 2012, las autoridades mexicanas destruyeron un promedio de 24,120 hectáreas de mariguana por año. En 2013, 5,364 hectáreas fueron erradicadas, casi 80% por debajo de la media.

¿Qué explica esos resultados?

1. Los estados del noroeste (es decir, la principal región productora de mariguana) experimentaron una grave sequía en 2013. La cosecha de maíz de Sinaloa se redujo en una cuarta parte. ¿Algo similar le sucedió a la mariguana? Tal vez, dado su carácter ilegal.

2. La legalización gradual del cannabis en Estados Unidos podría estar deprimiendo las exportaciones de mariguana mexicana. Un informe de la RAND Corporation, publicado en 2010, estimó que, de legalizarse el cannabis en California, la mariguana producida en ese estado sería más barata que la mariguana mexicana en casi todo el territorio de Estados Unidos. En 2012, el IMCO volvió a correr los números para los estados de Colorado y Washington y llegó a la misma conclusión (Nota: participé en la elaboración de ese estudio). Pero eso, probablemente, no sucede aún. Tanto en Colorado como en Washington, gracias a restricciones regulatorias y elevados impuestos, los precios de la mariguana legal se han mantenido por encima de los precios del mercado negro. En ambos casos, el mercado legal comenzó a operar en 2014, por lo que difícilmente puede explicar directamente lo sucedido en México en 2013.

3. Las autoridades federales podrían haber optado por quitarle prioridad a la política antinarcóticos. En los últimos dos años, el número de tropas desplegadas en contra de la delincuencia organizada se ha reducido de 45 mil a 35 mil. Por otra parte, durante el mismo periodo, el Ejército redujo a la mitad el número de retenes fijos. Esas decisiones podrían explicar parcialmente la disminución de decomisos y superficie erradicada. Sin embargo, esa reducción es específica a la mariguana. La erradicación de amapola continuó a buen ritmo: el total de 2013 fue apenas 10% inferior al promedio histórico. Del mismo modo, en 2013, el volumen incautado de heroína fue el tercer total anual más alto de la historia. Si se decidió reducir la intensidad de la política antinarcóticos, ¿por qué centrarse exclusivamente en la mariguana?

En resumen, México probablemente no ha abandonado la guerra contra las drogas. Las condiciones climáticas son por ahora la mejor explicación al misterio de la mariguana. Pero si no hubo un repunte en los decomisos y ni en la erradicación, las hipótesis de mercado y de política pública se volverían mucho más factibles. Y cualquiera de las dos significaría un cambio trascendental en la batalla de México contra la mariguana.

Analista de seguridad. @ahope71

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