En principio el miedo no es algo negativo, se trata de un mecanismo de defensa que usamos cuando percibimos una situación de riesgo. Ahora bien, cuando la situación de supuesto riesgo se produce ante un estímulo positivo, se trata de un miedo irracional y éste siempre tiene como base una inseguridad.

Por otra parte, la palabra compromiso, significa “con la promesa de”, y se refiere a un acuerdo entre dos partes, que cuando no se cumple, genera mucha desilusión.

Pero, ¿por qué a muchas personas les da miedo el compromiso? Si tomamos en cuenta, que la mayor parte de nuestros miedos son irracionales y que nos provocan reacciones desproporcionadas, el miedo al compromiso nos indica que proviene pensamientos negativos proyectados a futuro, tales como, el miedo a la intimidad, a perder la libertad, a sentirse invadid@, tener que estar pendiente del otro, mayor carga económica, etc… En lugar de enfocarse en las cuestiones positivas que te puede aportar una pareja, como son: amor, compañía, apoyo, cuidado, compartir gastos, crear una relación de crecimiento y diversión.

¿De dónde viene este miedo irracional? La mayoría de las ocasiones proviene de lo que se llama “apego evitativo”, el cual proviene de la teoría de John Bolby, sobre los estilos de apego. En este estilo, la persona se siente fácilmente invadida por el otr@, provienen normalmente de madres o padres muy castrantes que quieren imponer sobre el niñ@ formas de ser, hacer o estar; por lo cual, cuando crezca, lo que menos querrá son imposiciones y control, sino que buscará libertad; de tal manera, que cuando la pareja comienza a presionar o a querer compartir mayor tiempo juntos, la persona con este estilo de apego huirá inmediatamente. Es una paradoja que en este estilo de apego, las personas por un lado, tienen un gran miedo al abandono, pero por el otro, tienen un gran miedo a la invasión.

Sus características son: defender la libertad a capa y espada, ser muy independientes y autosuficientes, defienden mucho el “logro”, pueden pasar de una relación a otra, establecer relaciones con varias personas al mismo tiempo, infidelidad, no creen en el matrimonio, amenazan constantemente con huir de la relación, pueden ser aislados, seductores o extremadamente serios, suelen tener muy poco contacto con sus emociones. Confían en sí mismos, pero no confían en los demás.

De manera inconsciente, las personas con apego evitativo, atraen a personas con “apego ansioso”, en el cual, la persona tiene terror al abandono y hace esfuerzos extraordinarios por complacer a la otra persona y así, asegurar que su mayor miedo no se haga realidad;  pueden ser muy controladores, invasivos y complacientes. Confían en los demás, pero no confían en sí mismos. Baja autoestima. Están desconectad@s de sus emociones y de sus necesidades. Muchas veces controlan a través de ser “los buenitos”, lo cual genera culpa en el apego evitativo. ¿Cuál es el problema? Que entre más persigue uno, más huye el otro, desatándose los demonios de ambas partes.

Ahora bien, hay personas que tienen un miedo al compromiso explícito y otro implícito. El primero se refiere a aquellos que son muy claros al expresar su necesidad de no comprometerse con nadie. El implícito en cambio, no es tan evidente incluso para ellos mismos, ya que muchas veces pueden entrar en relaciones de compromiso, pero sentirse incómodas en ellas, huyendo a la menor provocación.

Otras de las causas del miedo al compromiso pueden ser: Haber sufrido dolor en relaciones pasadas, infidelidad, haber tenido modelos de pareja provenientes de los padres muy disfuncionales, lo cual haya creado modelos de desconfianza hacia las relaciones.

¿Qué hacer? Es mucho mejor siempre ser claros y honestos en las relaciones para evitar causar dolor en el otro y desilusión. Trabajar con el miedo a ser “tragado” por el otro y permitirte acercarte poco a poco a la pareja. Poner límites claros cuando te estás sintiendo invadido por el otro. Buscar las cosas buenas que tiene para ti estar en pareja, no solamente las negativas. Arriesgarte…

Tener una relación de pareja, es sin duda de las mejores experiencias de la vida, que vale la pena crear y mantener. Lo más fácil es salir de la relación, pero no necesariamente lo mejor…

¡Feliz semana!!!

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