A Denise Maerker

El juicio justo te da voz.

El juicio justo es el que te presume inocente.

El juicio justo es el que te da la oportunidad de defenderte.

El juicio justo es el que se basa en acusaciones comprensibles.

El juicio justo es el que permite controvertir la prueba de cargo.

El juicio justo garantiza que sea distinto quien acusa de quien juzga.

El juicio justo garantiza condiciones de igualdad.

El juicio justo es persecución exenta de motivaciones políticas.

El juicio justo te permite presentar tu perspectiva de los hechos.

El juicio justo permite la confrontación directa y en tiempo real entre el acusador y el acusado.

El juicio justo cuenta con un registro fidedigno protegido de la manipulación de una parte en conflicto.

El juicio justo es el que te da acceso pleno y directo a todas las pruebas que recabó tu acusador.

El juicio justo es el que te da el suficiente tiempo para recolectar las evidencias para tu defensa.

El juicio justo evita y sanciona ataques discriminatorios.

El juicio justo pone el castigo al final del proceso, no al principio.

El juicio justo es transparente y comprensible para el público.

El juicio justo es el que protege la dignidad de las personas.

El juicio justo es el que excluye pruebas ilegales.

El juicio justo es un derecho.

Reclamamos justicia, pero poco actuamos guiándonos por ella. De hecho, condenar sin contexto, evidencia o análisis es lo natural en el humano. El sesgo hacia la condena es irresistible: “Si está en el ojo del huracán, debe ser por algo”.

Lo nuestro es la fiesta de la sangre. Hemos transitado sin problema de lapidaciones públicas a linchamientos físicos y mediáticos.

Cuando damos por hecho que una persona detenida y presentada en los medios es el culpable, estamos siendo injustos. Cuando validamos y difundimos una nota sensacionalista, incluso cuando reproducimos un chisme, estamos siendo injustos.

Fuera del mundo de tribunales, la presunción de inocencia es una elección de conciencia y requiere disciplina. En el terreno del derecho penal se sirve de leyes para que no nos pasemos de la raya. De ahí que el juicio justo sea un derecho básico.

¿Somos jueces justos de lo que vemos y escuchamos? Miremos la lista y sigamos estos principios. Si no lo hacemos, ¿con qué derecho reclamamos la justicia que nosotros mismos no otorgamos?

Candidata a doctora en Políticas Públicas por la Universidad de Berkeley. @LaydaNegrete

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