La estadística nacional en relación a los censos de población, levantados en forma periódica y sistemática, tiene su antecedente en nuestro país en 1895, es decir, la profesionalización del quehacer estadístico fue impulsada por el entonces presidente de la República Don Porfirio Díaz, cuando ya reinaba la paz.

En México los ejercicios estadísticos se vienen realizando ininterrumpidamente desde 1900, esto se debe a un acuerdo internacional en el que la mayoría de los países del mundo establecieron que dichos levantamientos censales se realizarían los años terminados en cero, de esta forma la comparabilidad entre naciones se realiza de forma puntual.

En realidad, los antecedentes de los censos van mucho más allá en la historia, recordemos lo que dice la religión católica acerca del Censo Romano, que relata que Nazareth era una de las localidades de la provincia de Judea que debían censarse, siendo esta la razón del viaje de José y María, ya que él era originario de la citada localidad y por ello debía cumplir con la obligación de empadronarse en su ciudad natal.

Citamos este censo por ser uno de los más importantes en la historia, pero los antecedentes más antiguos que se conocen es que se hicieron en Babilonia 4500 años antes de Cristo; en China 2200 años antes de Cristo también ya hacían censos.

En nuestro país también hay historia sobre el tema, en la Cronología de la Estadística está asentado que México tiene una rica tradición en materia de información estadística, de la cual dan cuenta diversos códices e innumerables publicaciones, instituciones y personajes desde la época colonial hasta nuestros días.

Decíamos que los censos se llevan a cabo cada 10 años en aquellos terminados en cero, sin embargo, la acelerada dinámica poblacional de nuestro país hizo necesario acortar los periodos y realizar, además de los censos de población en los años terminados en cero, los conteos intercensales en los años terminados en 5, esta práctica se llevaba cabo en México desde 1995, sin embargo, recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que dicho ejercicio, que se debía realizar en 2015, se ha suspendido por razones presupuestales.

Llama la atención la noticia dada a conocer por el propio Instituto, pues por la trascendencia que esto tiene para el diseño y la ejecución de las políticas públicas, la decisión podría no ser la más adecuada. No olvidemos que esta información es insumo indispensable para la planeación de políticas demográficas y de desarrollo.

Se podrían citar infinidad de ejemplos, pues las estadísticas son las que permiten la planeación en todos los rubros de las políticas públicas, lo necesario en temas como educación, salud, vivienda, trabajo, alimentación, transporte y una parte que es importante destacar, es que en base a la información estadística el gobierno puede aplicar políticas de racionalidad o austeridad en las políticas públicas.

El INEGI ha dicho que no se levantará el conteo en 2015, que en su lugar se hará lo que denominan una muestra intercensal, sin embargo, cabe explicar que un conteo es equiparable metodológica y conceptualmente a un censo, una muestra dista mucho de serlo, la diferencia está en que el censo permite llegar hasta el nivel mínimo de detalle geográfico lo que arroja información que refleja la realidad de cada localidad, por pequeña que sea. La muestra intercensal solo mostrará información global que podría no ser suficiente para el diseño de las políticas públicas, pues todo será en base a estimaciones. Se está renunciando a la oportunidad de tener información directa.

La historia nos habla de la importancia de los censos, es la única manera que tenemos de saber cómo estamos y hacia dónde debemos conducir al país. Razones presupuestales son la causa de que se renuncie a tan esencial información.

Ex presidente municipal de Querétaro, ex legislador federal y local

Google News