Una fuente del gobierno federal, cercana a Palacio Nacional, nos llamó para hacernos una precisión: “Lo de la cancelación de la cervecera en Mexicali (Constellation Brands) no es contra todos los empresarios, es contra los del Grupo Modelo, especialmente contra Valentín Díez Morodo”. Y mencionó que detrás de la “consulta popular” que mandó organizar y realizar López Obrador para validar la cancelación de la inversión millonaria están las facturas que le cobran a uno de los principales accionistas y herederos de Grupo Modelo por haber sido, con el IMCO y con su Consejo Mexicano de Comercio Exterior, de los impulsores de la “guerra sucia” contra el entonces candidato presidencial de Morena, con la producción y difusión del video “Populismo en América”.

Díez Morodo, que junto con María Asunción Aramburuzavala heredaron e impulsaron el crecimiento mundial de Grupo Modelo, al que después vendieron por 20 mil 100 mdd a la belga AB InVev , es un empresario mexicano, descendiente de migrantes españoles, al que se le considera “el consejero por excelencia de la clase empresarial del país”. Y es que su nombre está en más de 30 consejos de administración de grandes corporativos, instituciones y museos. Aunque se le considera “políticamente correcto”, también tiene sus filias y fobias políticas y en 2018 participó junto con otros empresarios como Claudio X. González en el financiamiento de varias campañas en contra de López Obrador, además de estar también detrás de una inyección millonaria a un diario importante en la capital del país, a cambio de lo cual le entregaron la dirección editorial del periódico. Don Valentín, como se refieren a él en las cúpulas del empresariado, juega el rol de cabildero y sus amigos siempre recuerdan sus comentarios y bromas sobre  cómo hizo que “en México y 180 países la cerveza fuera Corona”.

Este sábado el presidente estará de visita en Méxicali y, aunque anunció que tendrá un diálogo con los inversionistas de Constellation Brands, el consorcio estadounidense socio del Grupo Modelo, muy seguramente va a validar y a respaldar el resultado de la consulta organizada y ejecutada por la Secretaría de Gobernación y la decisión de cancelar la construcción de la planta cervecera que ya llevaba un 70% de avance y en cuyo proyecto se habían invertido 900 millones de dólares. El propio López Obrador ha dicho que le va a plantear al consorcio estadounidense la posibilidad de que construya su planta en otro estado de la República “en donde haya agua” y esa es una de las propuestas que podría negociar con los socios de Díez Morodo.

“Yo voy a hablar con los, si es necesario, con los dueños de la empresa para darles mi punto de vista, claro que nos importa la inversión, no estamos en contra de la inversión extranjera, mucho menos en contra de la cancelación de empleos, pero también tenemos que tomar en cuenta la opinión de la gente y tenemos que tomar en cuenta los recursos naturales. No es crecer por crecer, es crecer con bienestar y respeto al medio ambiente, es la herencia que vamos a dejar a las futuras generaciones”, dijo el presidente el lunes en su conferencia mañanera.

La animadversión particular contra Díez Morodo, dice la fuente, es porque lo ubican como uno de los que más financió el golpeteo y los ataques políticos en contra del proyecto de Morena en las pasadas elecciones presidenciales. Y es tan personalizado el tema, que ya en septiembre de 2019, cuando se llevó a cabo en Monterrey la entrega del “Premio Nacional de Exportación”, que entregan cada año precisamente Valentín y su Consejo Mexicano de Comercio Exterior, López Obrador le hizo el desaire de dejarlo plantado y no asistió al evento, al que siempre acudían los presidentes en turno a entregar ese premio, a pesar de que había confirmado su asistencia con meses de anticipación. Del gobierno federal solo mandaron a un par de subsecretarias a ese foro.

Incluso, comentan que las reacciones y donaciones de varios empresarios, en medio de la contingencia sanitaria por el coronavirus, buscan también dejar en claro que el presidente López Obrador “no tiene ni busca pleito con todos los empresarios”, pero sí con aquellos que durante tres campañas presidenciales, incluida la de 2018 que ganó, se encargaron de financiar campañas negras para golpearlo, desacreditarlo y presentarlo como “el peligro para México”.

Eso explica que se difundieran en la mañanera las llamadas, las donaciones y las cartas de apoyo de Carlos Slim, de Alberto Bailleres, y que un empresario tan cercano a la 4T como Ricardo Salinas Pliego, saliera a decir que “vamos a defender al presidente” al que acusó que “lo quieren golpear” al cuestionarlo por las acciones que ha tomado, o no ha tomado, frente a la pandemia del Covid-19 en el país.

Será interesante ver cómo termina el asunto de Constellation Brands y la planta cervecera que se quedará al 70% de construcción. Y cómo el presidente negocia y convence a los empresarios estadunidenses de mantener su inversión de 1,400 millones de dólares pero moverla a otro estado del país y, quien sabe, también tal vez los convenza de cambiar a su socio mexicano de Grupo Modelo. ¿Será?.

NOTAS INDISCRETAS…

Al procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, le dieron la instrucción directa en el Palacio Nacional, de aplicar una facultad legal que tiene la Profeco, que pocas veces se utiliza, pero que esta contingencia sanitaria le pidieron utilizar: utilizar la fuerza pública para decomisar productos que estén siendo objeto de acaparamiento o especulación, sobre todo en el área médica y de higiene y limpieza, en donde se han detectado casos de empresas y comerciantes que acapararon lo mismo cubrebocas, que gel antibacterial, desinfectantes y algunos otros insumos médicos y de limpieza que han escaseado en medio de la emergencia del Covid-19. Así que Sheffield ayer anunció en una entrevista en radio que está listo para ejercer esa facultad extrema de la Profeco, junto con otra, que consiste en aplicar multas de hasta 3 millones de pesos a negocios y comercios que comentan abusos, especulen o aumenten los precios de productos básicos en esta contingencia, como ya está ocurriendo con comerciantes que venden el huevo hasta 49 pesos el kilo o la tortilla en 20 pesos. Ayer mismo la secretaria de Economía, Graciela Márquez, anunció en la conferencia mañanera en Palacio que “estamos monitoreando los precios, sobre todo de la canasta básica” y también se está vigilando y actuando contra casos de acaparamiento y especulación. Así que cuidado porque en una de esas, a los que incurran en esas prácticas ilegales y abusivas, les cae la Profeco con todo y policías o guardias nacionales y les imponen la multa de hasta 3 millones de pesos…Vaya encontronazo el que tuvieron ayer en Twitter el gobernador Miguel Barbosa y el expresidente Felipe Calderón. El segundo, que no deja pasar una y va a todas, cuestionó al mandatario poblano por su comentario de que el Covid solo contagia a los ricos y “los pobres somos inmunes”, le recordó que él por su diabetes y obesidad entra “en varias categorías de riesgo” y le dijo que “si se asume (falsamente) como pobre, se vaya a los hospitales a atender a los pacientes que llegarán por miles”. La respuesta de Barbosa fue, literalmente, un gancho al hígado, al comentarle al ex mandatario que “todos estamos en riesgo de contagio por el Covid-19, incluyendo los borrachos” y remató con la acusación de que “como presidente usted causó muchísimas más muertes que las que podría provocar el coronavirus”. Vaya, parece que ni la pandemia detiene las calenturas políticas…Los dados mandan Escalera doble. Seguimos resistiendo. Fuerza y paciencia para todos los lectores.

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