Hablar del futuro puede venir acompañado de un sentimiento de preocupación, más ahora en estos momentos que nos han tocado vivir, nadie sabe que con seguridad que podría suceder en los próximos cinco o en los próximos diez años, los descontentos sociales, las fricciones geopolíticas y las guerras comerciales y la pandemia por el Covid-19 nos posicionan en uno de los puntos de la historia con mayor incertidumbre desde la segunda guerra mundial.

Sin embargo, frente a este futuro incierto, no debemos olvidar que el futuro se construye en el presente, lo que hagamos o dejemos de hacer el día de hoy determinará la ruta de los años venideros y no debe corresponderle a nadie más que a nuestra generación tomar las decisiones del futuro que queremos.

Con esto en mente, quiero dejar en este espacio dos cosas, la primera es una reflexión y la segunda un llamado a la acción.

Una reflexión.

Afirma el historiador y escritor israelí, Yuval Noah Harari que, en un mundo inundado de información, la claridad es poder. Todos los días recibimos un sinfín de mensajes publicitarios, anuncios, noticias y a esto debemos sumarle el inicio de las campañas electorales que traen consigo un bombardeo de publicidad electoral, todo esto podría distraernos de algunos temas que son realmente importantes y urgentes.

No podemos olvidar que nuestro planeta está en peligro, vivimos una crisis climática que día a día va ganando terreno y pone en riego nuestro futuro, pero más allá de ser alarmistas, la intención de esta reflexión es que entendamos que salvar nuestro planeta debería ser nuestra principal prioridad como humanidad, si no ganamos la batalla del cambio climático, todas las demás estarán perdidas.

Un llamado a la acción. 

De poco servirá que seamos conscientes del problema, si no traducimos nuestra preocupación en acciones, la responsabilidad es de todos y cada uno de nosotros, desde nuestros espacios de influencia podemos aportar mucho más de lo que creemos, con cada pequeña acción que sumemos estaremos haciendo una gran diferencia.

La Agenda 2030 de las Naciones Unidas es la mejor ruta de acción que podemos adoptar para que, tanto los gobiernos, las empresas y los ciudadanos sumemos nuestros esfuerzos y logremos un mundo más sostenible, próspero y justo para todos, en ella encontramos los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible y 169 metas que nos permiten conocer de manera muy clara el avance que tanto a nivel mundial como a nivel nacional y local estamos teniendo en el cumplimiento de la Agenda.

Hoy, 22 de Abril del 2021, en el marco del Día Mundial de la Madre Tierra quiero hacer un llamado a toda la sociedad queretana, pero de forma especial a las y los jóvenes de nuestro Estado, a alzar la voz para que no olvidemos lo que verdaderamente importa, a que seamos nosotros los principales voceros de esta causa, hagámoslo con ánimo y con esperanza en el futuro, es nuestra generación la que tiene mayor oportunidad de reconfigurar el mundo, de cambiar aquello que creemos que está mal y de proponer nuevas formas de hacer las cosas.

Nos queda poco tiempo, actuemos ahora. El futuro es hoy.

Rodrigo Ruiz Ballesteros 

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