El estandarte de gobierno de Andrés Manuel López Obrador es la lucha contra la corrupción, que es, a su consideración, el origen de todos los males de México. Para ello, además de sólidas instituciones de procuración y administración de justicia, requiere de organismos de transparencia eficientes e independientes que le permitan legitimar sus acciones contra este flagelo y que den confianza a las investigaciones de casos pasados y futuros. Escándalos como el de Odebrecht y la Estafa Maestra deben encontrar su final en este gobierno, aunque para el Presidente la “venganza y la persecución no sean su fuerte”.

Sucesos como el ocurrido este lunes —el incidente aéreo en el que perdieron la vida cinco personas, entre ellas la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y el senador del PAN, Rafael Moreno Valle— demandan sí instituciones de justicia de primer nivel, pero también organismos autónomos de transparencia para no dejar lugar a una sola duda. El Presidente, que sabe de la importancia de la limpidez en este tipo de casos, lo dejó claro en su tuit: “Como autoridad, asumo el compromiso de investigar las causas; decir la verdad sobre lo sucedido y actuar en consecuencia”.

En este contexto, la supervivencia del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) está en duda luego de los varios reclamos de Andrés Manuel López Obrador. “Es una burocracia fifí que nos cuesta mil millones de pesos al año”; “es una burocracia dorada que no ha hecho nada en estos cuatro años, más que cobrar un ostentoso sueldo de 250 mil pesos mensuales”, ha espetado.

Así que a pesar de que en el Presupuesto de Egresos 2019 se le asignaron al Inai recursos por 900 millones de pesos —tras el recorte de 32 millones que le aplicaron los diputados al igual que a otros organismos autónomos como el INE, la CNDH, el INEE, el IFT y el Inegi— su permanencia, al menos como funciona actualmente, sigue en duda.

Fuentes cercanas a la institución aseguran que en la cúpula del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) existe la intención de eliminar a este órgano colegiado y crear, en su lugar, dos nuevas dependencias: una encargada de la transparencia y el acceso a la información y la otra responsable de la protección de datos personales.

La modificación contemplaría una reducción adicional de recursos económicos y, por supuesto, de personal, así como está pasando en el Servicio de Administración Tributaria y en muchas otras dependencias federales. De entrada, en lugar de siete comisionados, la nueva conformación requeriría únicamente a un titular por dependencia, mismos que tendrían que ser expertos en su área y de probada trayectoria en la materia.

Esta información lleva algunos meses recorriendo los pasillos del INAI, pero en las últimas semanas se ha fortalecido. Ante ello, los integrantes del pleno iniciaron pláticas con otros organismos autónomos, miembros del Sistema Nacional Anticorrupción y hasta instituciones internacionales para construir un bloque de defensa ante las intenciones presidenciales.

La estrategia en pro del instituto, aunque difícil, iba viento en popa; incluso varios y reconocidos académicos se pronunciaron públicamente destacando la importancia del fortalecimiento de una herramienta como el Inai.

No obstante, el desafortunado deceso del comisionado Carlos Bonnin, a finales de noviembre, echó por la borda los esfuerzos y puso en la mesa de Andrés Manuel López Obrador la justificación perfecta para iniciar el proceso de extinción.

En un infortunado error de comunicación, el organismo se ocasionó una crisis por tratar de ocultar detalles de la muerte del también ex titular de la unidad de transparencia del Senado de la República, información que la Procuraduría capitalina precisó en la carpeta CI- FCY/ COY-1/ UI-1/ CD/ 04398/ 11-2018.

Esta situación puso la lupa, de nueva cuenta, sobre el Inai, por lo que aunque los comisionados hacen su mejor esfuerzo por revertir el problema que ocasionaron las múltiples confrontaciones entre su presidente, Javier Acuña Llamas, y el Ejecutivo Federal, y hasta propusieron un nuevo recorte de 14% al presupuesto que mandaron a Hacienda, se asegura que la decisión de Andrés Manuel López Obrador ya está tomada: adiós al Inai, al menos como funciona ahora.

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