Parece profecía dictada por una pitonisa: al inicio de la década de 1940, Francisca Castro Montiel auguró a los caciques de Atlacomulco, municipio del Estado de México, que, si dejaban atrás sus diferencias, de allí surgirían 6 gobernadores y un presidente de la República.

Cierta o no la leyenda fundacional, en la reconfiguración del sistema político mexicano tras la invención del PRI, entonces PNR y luego PRM, como partido hegemónico, en el Estado de México se forma una cofradía estatal que alcanzaría proyección nacional y sería exitosa tanto en lo político como en los negocios, mezclándolos indiscriminadamente y sin ética, siendo el profesor Carlos Hank González su principal símbolo.

El fundador fue Isidro Fabela, quien venía del servicio diplomático, y que gobernó el estado de 1942 a 1945. Le sucedió Alfredo del Mazo Vélez (1945-1951), primer gobernador del Mazo que fundaría una dinastía que llega hasta el actual gobernador. Le sucede el polémico Carlos Hank González, quien pese a que no nació en Atlacomulco siempre estuvo ligado al grupo y se catapultó a nivel nacional llegando a ser Regente del Distrito Federal, cargo equivalente a la Jefatura de Gobierno hoy día.

Como ya mencionamos, Hank González se convirtió en el principal símbolo del Grupo Atlacomulco no solo por el poder político acumulado y por la enorme fortuna siempre bajo sospecha de corrupción y cobijado por la sombra del sistema priista. El Profesor Hank, como le gustaba ser llamado para recordar sus humildes inicios como maestro rural, acuñó una de las frases que sintetizó la manera priista de hacer política en este país: Un político pobre es un pobre político.

Siguen en la lista los gobernadores Alfredo del Mazo González (1981-1986), Salvador Sánchez Colín (1951-1957), Arturo Montiel Rojas (1999-2005), Enrique Peña Nieto (2005-2011), quien cumplió la profecía de llegar a la Presidencia de la República, y Alfredo del Mazo Maza (2017-2023) el último de la dinastía Del Mazo.

Hoy, toda esa cofradía —que parecía invencible y que encumbró al pProfesor Hank y definió una forma corrupta de hacer política— ha sido derrotada en las urnas por alguien del origen magisterial: la maestra Delfina Gómez, de Morena, quien, en su segunda postulación, obtuvo según las cifras preliminares, más de la mitad de los votos en el estado que mayor peso tiene en el padrón electoral nacional. Para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo.

Esta derrota desciende al PRI a cuarta fuerza electoral, por debajo de Morena, PAN y Movimiento Ciudadano, y que coloca al otrora partidazo al borde la extinción. Sólo su triunfo en Coahuila lo mantiene con respiración artificial.

Estas elecciones se consideran la antesala de lo que podría suceder en 2024 y el análisis fino de los resultados apenas comienza; sin embargo, a nivel Querétaro, el panismo debe sopesar si siguen en solitario (como hasta ahora) o van en alianza a las urnas.

Periodista y sociólogo. @viloja

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