Como si de una telenovela de terror se tratase, el queretano Ricardo Anaya Cortés anuncia, aunque parece más bien amenaza, su retorno de lleno a la vida pública, aunque la primera pregunta que habría que hacer es si se retiró realmente en estos dos años o estuvo acechando desde las sombras. Cual fantasma de la ópera, Anaya anuncia en un video donde lo primero que hace es quitarse el cubrebocas N95 y regalarnos esa sonrisa robótica que tantos votos le ahuyentó en 2018.

De entrada, dice que estuvo retirado dos años dando clases y con su familia a la par que admite que cometió errores en la campaña presidencial de 2018. Que se alejó para dar espacio a quien ganó la elección pero que por eso mismo ahora vuelve y cita a Madero, uno de los próceres preferidos del presidente López Obrador, y señala que es peligroso dar el poder a un solo hombre.

Anaya está de vuelta con un libro bajo el brazo y que incluso ya se vende en Amazon en 289 pesos, lo cual contradice de entrada su discurso en donde habla del futuro.

Regresa como booktuber para promover su libro pues dice que hará doce videos de cada uno de los capítulos para explicar sus ideas. El discurso de Anaya sigue siendo el mismo donde habla de una promesa de futuro. Recordemos que en la campaña de 2018 hizo un video promocional de cómo es el comercio minorista en algunas tiendas de Estados Unidos donde pagas con una app del dispositivo móvil y también cuando recomendó a campesinos revisar el precio de su cosecha en su smartphone, lo cual evidenció a una Anaya un tanto alejado de la realidad mexicana.

Anaya regresa, pero no sabemos si quiere ser actor político principal o de reparto; si quiere dedicarse a la ejecución política o solo al cultivo de las ideas. Como actor principal ha fracasado al no ganar una elección directa en las que ha competido; como operador, ha sido su mejor desempeño, tanto cuando estuvo en los pasillos del Palacio de la Corregidora y de San Lázaro.

El extraño retorno de Anaya le conviene a la narrativa lopezobradorista de tener que enfrentar a lo que él llama la mafia del poder; para poder movilizar y unificar a sus huestes le hace falta un enemigo sólido al frente y hasta ahora ni el FRENAAA ni Calderón lo han sido; por ello, en Morena han decidido pelear entre sí ante la falta de oposición. Las elecciones del 2021 dirán que tan efectivo fue el extraño retorno de Anaya, si como político opositor eficaz o como un nuevo booktuber.

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