Hay obras de arte que se han hecho muy afamadas por su enigma, esto va de la mano de algunos libros, películas y series televisivas que han aumentado su popularidad y agregado cierto misterio ficticio. Es por esto que me gustaría contarte acerca de dos “misterios” que son fáciles de descifrar si conocemos la historia de la obra.

La emblemática obra de arte que ha generado cientos de teorías, es la famosa Gioconda o mejor conocida como la Mona Lisa de Leonardo da Vinci. Hay una pregunta frecuente acerca de la identidad de la protagonista, algunas fuentes dicen que nadie conocía su identidad, esto no es cierto. Leonardo da Vinci fue un artista extraordinario que se consolidó como artista rápidamente dentro del ambiente artístico de su época, por esta razón recibía muchos encargos, uno de estos fue un retrato de la esposa de Francesco Giocondo, gracias a este apellido tan particular es que conocemos la identidad de la retratada, era su esposa Mona Lisa Giocondo. A pesar de ser un encargo, Da Vinci nunca acabó la obra, esto fue porque la pintura se volvió en una experimentación personal para el artista, dicen que durante años la llevaba consigo en todos sus viajes y seguía trabajando en ella cada vez que la inspiración llegaba. El artista utilizó varias técnicas, como el sfumato, craquelado, además de que el manejo de transparencias y de luz es extraordinario, haciendo de la Mona Lisa una obra con tal nivel técnico y compositivo, que los colegas del artista e inclusive el mismo biógrafo Giorgio Vasari la catalogaron como una pintura única de la cual no había ningún precedente.

Pero, ¿dónde queda el misterio? Dos de los enigmas que han causado más curiosidad acerca de la pieza son su sonrisa y sus cejas. Vasari cuenta que un día, mientras el artista pintaba la obra en su estudio, había músicos y bufones amenizando el tiempo de modelado de la protagonista, fue en uno de estos momentos donde la alegría invadió a Mona Lisa, dejándola escapar una pequeña sonrisa, la cual da Vinci pudo capturar con gran destreza, ésta es tan especial que Vasari la describe como una sonrisa que contiene el secreto de lo divino. El misterio de las cejas se remite a una tendencia de belleza que predominaba durante el Renacimiento. Así como hace un par de años la moda era tener las cejas muy delgadas, la moda durante el Renacimiento era parecida, mientras más delgadas las cejas, o inclusive desaparecerlas por completo, más a la moda estaba la persona, es por esta simple razón y no por un misterioso secreto que la Mona Lisa no porta cejas.

El arte es un enigma. Un enigma que a veces se puede resolver conociendo el contexto y la historia de las obras de arte. Muchas veces nos dejamos llevar por relatos ficticios, que en efecto hacen a las obras más interesantes, pero también a veces confunden a los espectadores haciéndolos creer en teorías casi imposibles. De igual forma, estas ficciones esconden la valiosa labor de los diferentes profesionistas del arte, como los historiadores que investigan y buscan los contextos reales y específicos en los que se desarrolla el arte, gracias a ellas y ellos es que se pueden hacer este tipo de análisis a las obras de arte. Pero tú, ¿qué opinas? ¿crees que la Mona Lisa oculta un gran secreto?

*Lic. en Historia del Arte y Curaduría

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