Uno de los pilares de la lógica neoliberal, implementada en nuestro país desde el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) es, explicada a grandes rasgos, que el mercado es la solución a todo, que si algo falla en el modelo económico es porque el Estado interviene y afecta el desarrollo.

Y desde la consolidación del modelo con Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), la lógica de quienes toman las decisiones apunta a que privatizar paraestatales o servicios, lógicamente mejorará la calidad de dicho producto.

Y dado que en los últimos 30 años no hay diferencia entre la lógica económica entre Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional, no sorprende que los blanquiazules sigan con la bandera privatizadora.

Sólo así podemos entender la decisión del cabildo con mayoría panista y apoyado pasivamente por la minoría priísta de concesionar (un eufemismo de la palabra privatización) el servicio de recolección de basura. Sólo la regidora del Movimiento Regeneración Nacional se opuso.

Y llama la atención que decidan concesionar a particulares el servicio de limpieza de la ciudad porque precisamente ese rubro ha sido galardonado por organismos internacionales.

En efecto, en 2012 y 2014, el servicio de limpieza del municipio de Querétaro fue reconocido con el premio de la Escoba de Platino por su buen funcionamiento.

Y digo que llama la atención que quieran privatizar un servicio que funciona bien, porque el principal argumento usado por gobiernos neoliberales era que los servicios no eran buenos, por estar prestados por el Estado, y por ello habría que dejar que la mano invisible del libre mercado corrigiera su mal funcionamiento.

Por eso es inexplicable que el gobierno encabezado por Marcos Aguilar pretenda concesionar el servicio de limpia. Su argumento principal es que en unos años el servicio será incosteable para el municipio y que una tercera parte de los vehículos tienen más de diez años de servicio.

La pregunta pertinente es si la concesión de servicios y privatización de paraestatales realmente ha funcionado en este país. ¿El que empresas privadas sean las encargadas de recolectar la basura en realidad le saldrá más barato al municipio? ¿El ciudadano no tendrá que pagar un costo extra para que se lleven la basura de las calles?

Por lo pronto, hechos recientes demuestran que el concesionar los servicios en realidad no garantiza su mejor funcionamiento. Y para ello, está el transporte público de la Zona Metropolitana de Querétaro, que por cierto ha sido uno de los temas discursivos de batalla del hoy alcalde Aguilar.

Una de las principales fallas del servicio de transporte es que está precisamente concesionado y se ha convertido en un pulpo oligopólico que el gobierno no puede controlar. Ni prestan un mejor servicio ni resulta más barato. Bajo esa experiencia local, habrá que preguntarnos por qué habría de ser diferente la concesión del servicio de recolección de basura.

Además, está el tema de los derechos de los trabajadores. Hasta el momento dicen que sus derechos no se verán afectados, pero una cosa es el discurso gubernamental y otra la realidad.

La respuesta la podremos encontrar hasta que conozcamos al ganador o ganadores de la licitación del servicio de limpia.

Y, como dice un clásico de la investigación periodística, habrá que seguir la ruta del dinero para saber a quién o quiénes pretende beneficiar el alcalde y el cabildo y así saber a quiénes están pagando favores de campaña.

Periodista y sociólogo. @viloja

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