Muchas veces reprochamos las decisiones de nuestros deportistas favoritos, nos afecta cuando cambian de equipo o cuando postean un tuit con opiniones diferentes a las nuestras. Olvidamos que están en todo su derecho, y que para conseguir sus metas tienen que dejar atrás ciertas etapas.

Hoy, la afición del Barcelona está sufriendo. El Madrid les pasó por encima el semestre pasado, recientemente llegó un estratega nuevo que será una incógnita, no contrataron refuerzos de élite y Neymar amenaza con marcharse al PSG. ¿La razón? El brasileño simplemente quiere ser el mejor del mundo, no vivir tras la sombra de Messi y forjar su propio camino. El mundo entero reaccionó y ya le llueven críticas. Esta novela de negociaciones por el brasileño lleva un par de semanas y próximamente sabremos si el Barcelona perderá a una de sus principales figuras.

Es un hecho que el club parísino está dispuesto a pagar la claúsula de recisión de  222 millones de euros y que Neymar se convertiría en el fichaje más caro y por ende el futbolista mejor pagado. Si bien es cierto que la Ligue 1 no es tan competitiva, el PSG es la gran excepción, el magnate qatarí,  Nasser Al-khelaïfi, no se ha cansado de invertirle a su proyecto y ha formado un equipo que puede competirle a cualquier grande de Europa. Si Neymar se va al conjunto parisino sería el líder de un proyecto ambicioso con el que aspiraría a ganar desde Champions Leagues hasta Balones de Oro.

Mientras tanto Neymar está en Nueva Jersey haciendo pretemporada con el club blaugrana, no ha dado ninguna declaración y hay tensión entre los aficionados. En Brasil y Francia aseguran que ya aceptó jugar en el PSG y en Barcelona están haciendo hasta lo imposible por retenerlo.

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