Mis queridos lectores, un placer poder escribir para ustedes y, bueno, quiero platicarles de mi experiencia en el popular rock urbano, donde la banda siempre anda acelerada y vamos, lo recuerdo muy bien ahí por un barrio de la colonia donde jugaba los domingos futbol y siempre había un ritual —así lo bauticé—, donde un valecillo ponía a Tex Tex y una rola que se llama “Pancho Panchito”, que narra la vida de un carnal que era la mala nota y  sin darme cuenta me fui metiendo cada vez más en el modo del rock urbano, obvio jamás imaginé llevarme de a codo a codo con esas grandes personalidades del rock.

Ya pasado el tiempo tuve la oportunidad de entrevistar  al gran divo de México, el gran Charlie Montana, en una plática un poco rígida, en donde la neta sí se comportó como todo el rockstar que es. Definitivamente tenía que preguntarle sobre “El Vaquero Rockanrolero”, rola irónica y representativa de el Divo, tema que hace una mofa del mexicano que usa botas y sombrero, que le late el rock pero baila duranguense; casualmente o para mi mala suerte siempre le pregunto sobre “El Vaquero”, pues a la banda le gusta saber sobre Charlie y sus canciones, pero con un tono molesto me contestó de la siguiente manera: “Chale, carnal mejor hubiera escrito mil vaqueros rockanroleros”, con los muñecos de  Tex Tex aun recuerdo cómo entrevisté a Lalo Tex dos días antes de su muerte, platicamos como dos horas, la sencillez de sus palabras me dejó un grato recuerdo, sin duda la batuta que le dejó a Lalito es enorme.

Hace unos días cotorreé con Tex Tex y hablamos de “San Antonio por Aventón”,  sencillo de su más reciente producción discográfica, y casi terminamos armando el video entre risas.

Otra persona que también me dejó un buen sabor de boca fue Gons Olvera, de Interpuesto, todo un catrín del rock, asediado por las damas, admirado por el género masculino, con más de 25 años y un buen de éxitos, Gons Olvera mantiene esa esencia que te hace ser grande, platicamos de la historia de Interpuesto, de cómo dio el salto de la batería a ser la voz principal de la banda y cómo se volvió para él la mayor responsabilidad.

Así fue pasando el camino y de andares por el urbano conocí a Alberto Pimentel, voz y líder de Leprosy,  creo que sin demeritar a ningún rockstar de este género, Alberto es un ángel del género, he compartido en varias ocasiones con él y siempre deja claro quién es, un tipo que le ha abierto a los grandes y conserva la sencillez que lo caracteriza.

Como diría el buen José José: Pido un aplauso para todos estos grandes del rock y me despido sin más tinta y papel.

@pollorockmusica

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