La principal característica de la democracia es la pluralidad. En un Estado federal y republicano, como nuestro país, los contrapesos, la diversidad de opiniones y el contraste de ideas  deben ser el hilo conductor del gobierno y nuestra sociedad.

El control del poder se hace desde varios puntos. Horizontalmente con los poderes tradicionales, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como con los organismos constitucionales autónomos. Verticalmente, mediante el contrapeso de los gobiernos locales, en donde los gobernadores, congresos estatales y ayuntamientos son piedra angular.

Prueba de ello ha sido la Conago, cuya finalidad desde su origen ha sido conformar un contrapeso frente al poder central y, por otro lado, está lo que Lasalle denominó en su obra ¿Qué es una Constitución?, los “factores reales de poder”, mismos que, por su esencia y sustancia, defienden intereses propios de su sector o grupo.

En las últimas de décadas, México ha pasado por una transformación democrática sin precedentes. Dejamos de lado el gobierno centralizado, con un presidencialismo a ultranza, para transitar a la alternancia, la pluralidad y a un mosaico de opciones políticas, desde partidos locales hasta candidaturas independientes, donde las instituciones electorales han sido un eje fundamental; eso es algo que no podemos olvidar.

Pero, más allá de las reflexiones, lo que es importante destacar es el punto crucial que representa el 2022 para el futuro de nuestra democracia. En este año tendrán cabida elecciones en seis estados de la República: Hidalgo, Aguascalientes, Oaxaca, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, en las cuales se elegirán titulares del Poder Ejecutivo.

Dichas elecciones se disputarán entre dos opciones principalmente: Morena y la coalición Va por México, conformada por el PRI, el PAN y el PRD. Este ejercicio será crucial para el futuro del país, de cara al 2024, ya que de ganar Morena, el Presidente de la República habrá obtenido el control de la mayoría de los estados, mientras que, de lo contrario, habrá un resurgimiento por la alternancia.

En ese sentido, será crucial que las y los electores definan su voto no por la emoción del momento, sino en parte, pensando a futuro, y es que con los resultados de la elección pasado del 2021, Morena obtuvo gran parte de las gubernaturas, así como presencia importante en congreso locales y ayuntamientos.

De esta manera, los resultados de este año son muy importantes, de ahí que la población debe ser más reflexiva y crítica.

Ya que su decisión determinará el mapa político y electoral vigente en la próxima elección electoral, donde la concentración del poder en un solo partido es una posibilidad muy real.

Por lo pronto, en el estado de Hidalgo,  hay una opción viable y congruente con la pluralidad democrática. El preregistro de la diputada Carolina Viggiano representa una oportunidad sensata para la pluralidad en un entorno tan polarizado.

Será interesante observar el desarrollo de estos eventos y la conformación del mapa político, pero sobre todo, al definir el rumbo que tendrá México en la siguiente década: consolidar su democracia o regresar al presidencialismo absoluto.

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