Hace mucho, el Derecho Mexicano del Trabajo y lo que algún día fue Seguridad Social, viven en el vientre de la política y de la economía; es decir, ambos no atienden en su totalidad a la Justicia Social, sino a la partidocracia que nos ha venido dominando y a las pautas que le dictan a nuestro país algunos organismos internaciones, como el Banco Mundial, la OCDE y el Fondo Monetario Internacional (Si le interesa, consulte: Los antecedente del Club Bilderberg).
A dos años de la entrada en vigor de las reformas a la Ley Federal del Trabajo no se han alcanzado la metas propuestas: Creación de fuentes de trabajo, aumento a los salarios, rapidez en los procesos laborales ante las juntas de conciliación y arbitraje etc., sin embargo, el corrosivo corporativismo sindical, aun da sus últimos esténtores, ya que a los sindicatos, ante la ausencia de democracia dentro de los mismos, la rendición de cuentas a sus agremiados respecto de lo que se hace con las cuotas que a fuerza les descuentan a los trabajadores sindicalizados, sigue igual en contra de un verdadero Estado de Derecho. A dos años del gobierno de Enrique Peña Nieto se ha escrito una impresionante cascada de comentarios en pro y contra de su administración y dos situaciones llaman poderosamente la atención: 1.- Felipe Calderón Hinojosa, mandó comprar o a realizarle modificaciones a los EE UU al avión presidencial, cuyo costo fue exorbitante, desde luego con el dinero del pueblo y curiosamente Calderón no utilizó el avión, sino que se lo legó para disfrutarlo a Peña Nieto. 2.- Heredó las reformas a la Ley y la corrupción en la mayoría de los sindicatos. Uno se pregunta: ¿Por qué no se han investigado las enormes fortunas de los “líderes” de petroleros, telefonistas, CFE, SNTE, etc., salvo el “encarcelamiento” de Elba Esther. Por ejemplo, aquí en Querétaro existe un líder cetemista quien posee una riqueza difícil de explicar, cuyas acciones no demuestran otro interés más que el personal, lo que causa indignación no sólo en sus escasos afiliados, sino a la sociedad en general y el gobierno en vez de actuar en su contra se ufana y presume su cercanía, pues piensan utilizarlo en las próximas elecciones y pagarle sus favores tal vez no ejerciendo ninguna acción legal en su contra, o con alguna que otra candidatura a un cargo de elección popular para él o sus más cercanos colaboradores. Éste líder, si bien es cierto que cuenta con el “papelito” de registro y toma de nota expedida tardíamente por la STPS, lo cierto es que la mayoría de los trabajadores que laboran en nuestro estado, están afiliados, digamos a la otra CTM cuya directiva es por demás honesta y eficiente. Aquí uno se cuestiona si el señor gobernador Pepe Calzada tiene conocimiento de lo anterior, aunque la respuesta es positiva; más bien la pregunta correcta es si actuará como estadista o como priísta; lo que es indudable es que el viejo y anquilosado PRI, ha vuelto por sus fueros. Supuestas ONGs, han pedido la renuncia de EPN o por lo menos cambios en su gabinete y a Pepe, bien le vendría ante toda la podredumbre que está saliendo a flote, hacer los ajustes necesarios en el propio, ante la cercanía del fin de su mandato, ya no digamos para subir su aceptación social, sino en beneficio de Querétaro.
Desde luego, amig@ lector@, usted tiene una mejor opinión.