Tras un emotivo recibimiento por parte de la gran afición queretana, el equipo emplumado salto motivado a la cancha del Estadio Corregidora, dando una primera mitad que si bien no fue lo emocionante que esperábamos, se desarrolló con el dominio y orden de la escuadra queretana.

Al minuto 21 se abrió el marcador, tras la marcación de un tiro penal sobre Sepúlveda, que él mismo cobró desde los once pasos para poner adelante al equipo, sin perder el control del esférico y cuando parecía que nos iríamos con este resultado al descanso, Silveira incrusta el balón en las redes en un potente cabezazo tras un gran servicio de Montero.

Para la parte complementaria las acciones no variaron mucho, con inteligencia el equipo de Héctor Pity Altamirano continuó con el control, teniendo claras oportunidades para aumentar la ventaja —también— en el marcador. 
A pocos minutos, caería el gol de los visitantes, que dieron como consecuencia un sufrimiento innecesario hasta el silbatazo final.

Con la alta moral que este importante triunfo significa, se termina con la “malaria” de no ganar en más de un mes, los plumíferos visitarán a Tijuana, en otro importante partido, que significaba seguir en los puestos de arriba y por otro lado, para seguir escalando en la tabla de cocientes.
Lo más grande de Gallos Blancos. Como siempre, nuestro reconocimiento a la gente de Gallos Blancos, a esta inigualable afición queretana que sin importar los resultados, los dueños y los mismos jugadores, siempre entregan su incondicional apoyo al equipo de sus amores, dejan todo sin guardarse nada a esta forma de vida.

Agradecimiento y respeto total siempre, querida gente.


La Frase. “El ´amor a la camiseta´ nació como algo literal (la pasión por una prenda amorosamente remendada) y luego se convirtió en sinónimo por respeto a los colores que avalan un contrato de trabajo. Sin ser fan de su equipo, el profesional puede honrarlo”, Juan Villoro.

Twitter: @jc_aranaz

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