A comienzo de la administración de José Calzada Rovirosa, muchos priistas  que habían participado en su campaña electoral, y finalmente triunfado en un escenario totalmente adverso, veían la posibilidad de ubicarse en algún puesto de la administración pública como recompensa al trabajo realizado. Las campañas políticas de por sí son desgastantes, es más, cuando tienes que competir con un candidato oficial que dispone de todos los recursos.

Lamentablemente muchos se quedaron con las ganas, porque a la hora de la hora  el sistema cobijó a los más cercanos, y los otros tuvieron que desistir ante el cansancio de ir y venir y no conseguir nada. Los oportunistas que se visten de azules, rojos y si hubiera la necesidad hasta de amarillo, lograron mantenerse en la nómina gubernamental. Muchos corrieron a renunciar al PAN y afiliarse inmediatamente al PRI, incluso se prestaron a ser voluntarios para recoger las “aportaciones voluntarias” al partido.

Este tipo de burócrata “camaleón político”, son individuos de oportunidad, saben ser institucionales y tienen una baja autoestima, aunque eso no interesa cuando se trata de mantenerse en el presupuesto.

Si hiciéramos un recorrido en las distintas secretarias veremos cómo estos burócratas que ocupan puestos de dirección se han mantenido a base de lo que ellos bien conocen la sumisión total, incluso lograron desplazar a los nuevos funcionarios que llegaban con el partido ganador.

Lamentablemente son ellos también los causantes de que no se alcances los objetivos del buen gobierno, carecen de compromisos, desconocen el significado de lealtad. No es que aboguemos por un clientelismo, pero sí al menos cumplir con aquellas personas que creen y luchan por su partido.

Los que empiezan y terminan en la actual administración

Vaya apenas comenzaba la administración de José Calzada Rovirosa, ya se hablaba de la sustitución de tal o cual secretario, quizás el que más mencionaba la prensa y los columnistas era el aún secretario de Educación, Fernando de la Isla. No había semana que no se hablara del asunto, incluso le daban los días contados, y surgían el nombre de los remplazantes, que Arturo Proal, Raúl Iturralde e incluso Andrés Burkle. En cierta ocasión se rumoraba que ya estaba sacando sus cosas de la oficina. A pesar de todos éstos escenarios catastróficos se ha logrado mantener y ha sido el secretario que más dividendos le ha dado a la actual administración.

Vaya, muchos de los secretarios que iniciaron la actual administración y se sentía inamovibles ya no lo están, claro sus renuncias fue “por motivos personales”; otros porque fueron a competir por un puesto de elección popular que a la postre perdieron. Entre los primeros se encuentran Clarisa Torres Méndez, secretaria de la Contraloría; Andrés Burkle, secretario Particular; Juan José Ruíz, secretario Privado; Sergio Chufani, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas; Manuel Pozo, Oficial Mayor; Rubén Díaz, Comunicación Social;  y Tonatiuh Salinas, secretario de Desarrollo Sustentable y Andrea Spinolo, a quien se le crea la secretaría de la Juventud y fue poco el tiempo de disfrute.

De los que cambiaron de una secretaría a otra se encuentran Jorge García Quiroz, quien comenzó en la secretaria de Gobierno para luego vivir su destierro en el Centro de Estudios Constitucionales, posteriormente regresar a la secretaria Particular. Asimismo, Juan Gorráez, quien de la Secretaria del Trabajo pasó a Contraloría; Jorge López Portillo, de la secretaria de Planeación y Finanzas  migró a la secretaría de Gobierno. Otros hicieron cambios a la burocracia federal, como es el caso de Manuel Pozo, quien fue designado delegado de la SEDESOL.

El caso de Tonatiuh Salinas, mostró ser uno de los consentidos del gobernador, de la Secretaria de Desarrollo sustentable roto a la Secretaria del Trabajo, posteriormente fue designado responsable de la campaña de Peña Nieto, cargo en la que entrego malas cuentas a Peña Nieto. Posteriormente sin chamba, cansado y sin ilusiones lo rescata el gobernador y lo designas presidente del PRI estatal.

Situación similar le pasa a Juan José Ruiz, quien en el afán  de darle “baños de pueblo” lo envían como encargado del programa Soluciones, para luego lanzarlo como candidato a una diputación federal, contienda que pierde. Hoy es el secretario General  de la CNOP.

Vaya quizás el cambio más sonado lo ha sido el de Sergio Chufani, toda vez que fue el secretario más fotografiado junto al gobernador en la inauguración de obras que ha marcado y dado el sello a la actual administración.

De los que han permanecido, además de Fernando de la Isla, se encuentran, Arsenio Durán Becerra, en la Procuraduría General de Justicia del Estado, Mario César García Feregrino, como secretario de Salud, Adolfo Vega Montoto, en la secretaría de Seguridad Ciudadana, Manuel Valdés Rodríguez, como secretario de Desarrollo Agropecuario y Mauricio Salmón Franz, secretario de Turismo.

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