Una imprudencia de Jorge Sánchez con esa temeraria barrida en la que fue expulsado y la incapacidad de contrarrestar el orden e ímpetu de un Morelia bien trabajado por Pablo Guede, tiene al América herido. Porque aunque el lateral izquierdo de las Águilas no toca a Edison Flores, la manera en que se barre y sobre todo el hecho de que había sido amonestado cuatro minutos antes de manera tonta, lo hicieron blanco  perfecto para una segunda amarilla y la roja, que marcó la ida de esta semifinal.

Para ese momento, minuto 34, el América ya perdía tras el gol de Fernando Aristeguieta e intentaba regresar en un partido en el que no podía agarrar el ritmo del juego y el ritmo impuesto por el rival.

La imagen que había dejado el equipo de Miguel Herrera en el partido de vuelta de los cuartos de final en el Universitario ante los Tigres, ayer se fue a la basura. Este equipo volvió a ser gris y desordenado. Y no solamente por la expulsión, sino por los espacios que dejaban y por la falta de creatividad al ataque. Pareciera que todo el futbol se les terminó en su última visita a Monterrey, lo cual lo ha puesto otra vez contra la pared en esta Liguilla.

Lo peor, es que  ni siquiera lograron rescatar un gol en esta visita al Morelia. Esta situación los pone en mayor desventaja ya que si  los Monarcas logran anotar uno en el Estadio Azteca, los obligaría a hacer cuatro y así sucesivamente. De nueva cuenta, los errores y la falta de reacción de los futbolistas del América los pone con un panorama muy complicado, aunque ahora, a diferencia de lo que pasó frente a los Tigres, se enfrentan a un equipo que está convencido de lo que quiere su entrenador, se enfrentan a un cuadro que 
se comporta como tal, como un equipo, algo que a veces parece faltarle al América, que parecía haber despertado el domingo en San Nicolás de los Garza.

No cabe duda que cuando más se esperaba de las Águilas, vuelven a decepcionar a su afición. Cuando más ilusión había de mantener el nivel con el que dejaron en el camino a los Tigres, simple y sencillamente no lograron descifrar lo que les planteó el Morelia en su casa y volverán al Azteca con desventaja. El América no puede dar este tipo de tumbos, es un club que una vez que está instalado en las finales debe cuidar cada detalle (y esto tiene que ver con técnico y jugadores), para evitar lo más que se pueda el fracaso.

Está claro que no siempre saldrá campeón, pero no puedes una semana dar una buena cara y tres días después dar pena y ayer lo hizo en el Morelos. Pena porque la falta de concentración de un joven como Jorge Sánchez los dejó en peores condiciones a las que ya de por sí tenían que enfrentar con el tanto en contra, y si a eso se le suma la pobreza de ideas al ataque, la derrota en el Morelos incluso se quedó corta.

No es que el equipo que dirige Herrera no pueda remontar este marcador, pero qué necesidad de sufrir de esta manera cuando se supone que eres favorito sobre el rival. Claro, favorito hasta que llega el momento de entrar a la cancha y te superan en las ganas de hacer las cosas bien y no decepcionar a tu gente.

 

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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