La semana pasada se llevó a cabo el 1er Congreso Internacional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad (EAS 2020) en la ciudad de Querétaro, dicho evento, lejos de solo convocar a expertos en una diversidad de temas asociados a energías alternativas, cuidado del agua o impacto ambiental, por mencionar algunos, busca provocar un “momentum” en las instituciones educativas y por ende en la juventud que estudia en ellas.

Es importante resaltar que el logro del Congreso es bastante más que la convocatoria de expertos, el trabajo en los paneles de discusión, los coloquios de reflexión o inclusive el que las instituciones de educación hayan decidido por primera vez integrarse para una iniciativa de esta magnitud. El impacto creo yo es mayor. Desde mi muy particular punto de vista, #DesdeCabina, este evento ha congregado a las conciencias de muchos actores que tienen más que entendido el reloj en cuenta regresiva que tiene el planeta. Entre estos personajes se encuentran las autoridades municipales, estatales y federales, estudiantes, profesores, investigadores, y ciudadanos preocupados por nuestra casa común y que tomaron unos días para escuchar y discutir sobre el futuro del planeta, sobre las pequeñas acciones y, sobre todo, para generar conciencia del grave impacto, en algunos aspectos, ya irreversible, que vive este mundo en el que vivimos.

Cuándo nos detendremos, cuándo cambiaremos el modelo económico y de producción de bienes y servicios, cuándo migraremos de manera contundente hacia el uso de energías no fósiles, cuándo dejaremos de contaminar los mantos acuíferos o simplemente cuando vamos de una vez por todas a separar nuestra basura, por no mencionar cosas más simples que ya deberíamos de estar haciendo. ¿Cuándo?. Muchas preguntas quedan aún sin contestar, y estoy seguro que quedan igualmente otro tanto que deben incluso formularse; luego entonces, a quien corresponde detonar el cambio, quien debe dar el primer paso; nos corresponde a todos, pero con conciencia, con civilidad y sobre todo con disciplina.

El llamado de este primer Congreso -aclarando que si bien no es la única iniciativa que se ha detonado en Querétaro, sí es la primera que congrega a una cantidad importante de universidades públicas y privadas en el estado- es a la construcción de una ciudadanía responsable, es la identificación de la imperiosa necesidad de construir políticas públicas que faciliten a las industrias, al ciudadano común, a las instituciones, a generar conocimiento y sobre todo a divulgarlo, promoviendo la institucionalización del tema, generando mapas de ruta de la sustentabilidad, primero en las instituciones, y posteriormente de la comunidad, municipios, estado y país.

Las iniciativas al final del Congreso son muchas y muy trascendentes, el impulso que corresponde a las autoridades generar es del mismo modo relevante, sin embargo, es en la educación donde las apuestas se vuelven más contundentes, por supuesto que pueden generarse medidas coercitivas para: evitar tirar basura, verificar el vehículo de emisiones contaminantes, operar negocios que contaminan u otorgar factibilidad de construcción a proyectos con poca o nula factibilidad ambiental, pero es en la educación, reafirmo, donde puede y debe incidirse desde muy temprana edad en la responsabilidad que tenemos con nuestro entorno respecto al tema de la sustentabilidad ambiental. Es la educación, el origen y el destino de la supervivencia de la especie humana como hoy la conocemos.

Rector de la UNAQ / @Jorge_GVR

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