En México existen retos que deben ser afrontados de manera inteligente y decidida, aplicando el ordenamiento jurídico que es la mejor forma de atenderlos; demorar las acciones obligadas tendrá costos mayores.

Para el buen desarrollo del país la educación resulta fundamental. Una de las facetas principales de la educación se da en la familia; otra se proporciona en la educación básica, media superior y superior, en la cual el gobierno federal tiene la responsabilidad que emana del artículo 3° de nuestra Constitución Política; asimismo, los estados de la República en sus propias constituciones establecen sus compromisos con la educación.

La Constitución Política del estado de Querétaro ordena en su artículo 4° que la educación que se imparta en el estado promoverá el conocimiento de su geografía, cultura, características sociales y económicas, valores arqueológicos, históricos y artísticos, tradiciones, lenguas y creencias de los grupos indígenas y el papel de éstos en la configuración y el desarrollo de la historia e identidad de los queretanos y de la nación mexicana; establece también que el Sistema Educativo Estatal estará orientado a exaltar los valores universales cívicos y democráticos del hombre; a fomentar el trabajo productivo para una convivencia social armónica y promover el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. Se reconoce la autonomía de la universidad pública en los términos que la ley establezca. Se promoverá y se atenderá la educación superior necesaria para el desarrollo del estado, destinando el subsidio suficiente y oportuno para el cumplimiento eficaz de sus fines. Querétaro, en el contexto nacional, denota avances en materia educativa y paz social, muestra orden, cultura, talante constructivo y civilidad de su población; lo cual favorece el desarrollo económico y condiciones para poder elevar la calidad de vida. Caso opuesto se observa en otras entidades de nuestro país; en las cuales coincide el mayor rezago educativo con el desorden y poca civilidad que en ellas impera, operando de manera nociva en cuanto a la posibilidad de mejorar sus oportunidades de desarrollo y calidad de vida. El civismo se refiere a las pautas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad; se basa en el respeto hacia el prójimo, el entorno natural y los objetos públicos: buena educación, urbanidad y cortesía.

La reforma educativa en México es una reforma constitucional presentada por el Presidente de la República dentro del marco de los acuerdos y compromisos establecidos en el Pacto por México. En febrero de 2013, la reforma fue declarada constitucional por el Poder Legislativo Federal, promulgada por el Ejecutivo el 25 de febrero de 2013 y publicada al día siguiente en el Diario Oficial de la Federación. El 10 de septiembre de 2013, el Presidente Peña Nieto promulgó la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente, los tres decretos fueron publicados en el Diario Oficial al día siguiente. Este entorno representa una componente del orden jurídico y tiene propósitos en favor de los mexicanos: mejorar la calidad de la educación básica, aumentar la matrícula y la calidad en la educación media superior y superior, así como recuperar la rectoría del Estado Mexicano en el sistema educativo.

Algunos sectores de los sindicatos de maestros de la educación básica se han manifestado en contra de la reforma, si bien es respetable disentir y protestar, también es cierto que dichas expresiones y acciones deben llevarse a cabo dentro del marco legal, sin afectar la misión que tienen encomendada, así como derechos y patrimonio de terceros, bajo esquemas de civilidad, de la cual deben ser ejemplo.

Ex Rector de la UAQ. zepeda@uaq.mx

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