Mucho se comenta en las dependencias de los tres niveles de gobierno, el anuncio hecho por la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el recorte del propuesto para el ejercicio fiscal 2017, de 70 mil mdp al gasto público, que sumados a los 169 mil 700 mdp recortados en el presente año harán un total de 239 mil 700 mdp.

Dicho recorte, se ha explicado, se debe, entre otros factores, a la contracción de la economía estadounidense y la caída de los precios del petróleo, que de representar el 5.3% del Producto Interno Bruto (PIB); hoy sólo abarcan 2.5%, luego de que el 18 de enero registrara su peor nivel (18.90 dólares por barril) desde marzo de 2002 en que cerró su precio en 25.53 dólares y a pesar de que México aseguró en 49 dólares el precio por barril para 2016, sólo cubre una cuarta parte (212 millones de barriles) de la producción.

La reducción afectará principalmente a Pemex, la Secretaría de Educación Pública (SEP), de Comunicaciones y Transportes (SCT), Salud y Sagarpa. A Pemex se le recortarán 102 mil 200 mdp, de los que se ajustaron 100 mil mdp este año. En el caso de la SEP el recorte en el PPEF 2017 suma 31 mil 600 mdp y en 2016 se aplicaron 10 mil 160 millones, por lo que en 2017 tendrían que reducir 21 mil 440 mdp, mientras que la SCT tendría que disminuir el gasto de 16 mil 572 mdp y Salud mil 800 mdp en 2017.

Una de las mayores restricciones por ejecutarse el año próximo lo tendrá que hacer la Secretaría de Agricultura con 18 mil 295 mdp, pues el PPEF habla de un ajuste respecto a lo aprobado en 2016, de 25 mil 500 mdp, pero este año ya se recortaron 7 mil 205 mdp, con lo que según la Secretaría de Hacienda prevé alcanzar en 2017 un superávit primario de 0.4 por ciento, desde un déficit estimado en 0.4 por ciento del PIB en 2016.

El sector empresarial por su parte, que no sufre de carencias y se enriquece a costa de la clase trabajadora, a través del presidente del Consejo Coordinador, Juan Pablo Castañón, ha pedido a la SHCP que aumente el recorte en 50 mil millones de pesos más en 2017 para que su ajuste sea de 290 mil mdp, pues según él “todavía hay mucha tela de donde cortar con el fin de evitar que el país continúe endeudándose, ya que esto ayudaría a cubrir parte de los intereses de la deuda pública”.

Todo esto viene a cuento porque como dije al principio, ante las dificultades económicas por factores “externos”, como alegan las autoridades de Hacienda para lavar su responsabilidad, se suma la desfachatez de muchos gobernantes para exculparse anticipadamente de sus malos resultados, se lamentan ya con la población de la reducción de los recursos que van a manejar, argumentando su imposibilidad de hacer obra pública en sus respectivas áreas de gobierno —como si antes de esto sí hubieran hecho—, cuando en realidad están más preocupados por darse vida de príncipes, en paseos y organizando “ferias” para proyectarse y hacer negocio, como los alcaldes panistas de Cadereyta, León Enrique Bolaño, de Pinal de Amoles, Gloria Rendón García y la alcaldesa priísta de Huimilpan, Celia Durán.

Mención especial merece el engreído priísta de Colón, Alejandro Ochoa Valencia, que según sus cercanos colaboradores, en lugar de hacer obra para la población colonense, en baile, charreada, artistas de renombre y eventos culturales gastará en la “Feria de la Raza” más de 10 mdp, endeudando al ayuntamiento para contratar caprichosamente la banda musical de su preferencia, que le cuesta 2 millones 750 mil pesos. Con estos señores no hay economía que funcione.

Dirigente estatal del Movimiento Antorcha Campesina. @jggrave

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