No estoy en contra de las medidas de austeridad, ni de la eliminación de privilegios a la clase política, mucho menos del combate a la corrupción, es necesario aclarar esto porque en tiempos de la 4T pareciera que cualquier crítica o cuestionamientos a sus formas tan peculiares son sinónimo de ataque, o de querer que a México no le vaya bien, pero si en algo coincidimos es en eso; nuestro objetivo en común es que México prospere, aunque a veces pareciera que el nuevo gobierno no sabe como hacerle para que esto suceda. A casi 6 meses del cambio de gobierno parece que aún no se ha entendido que las buenas intenciones sin planeación no sirven de nada, sacar adelante a una nación entera no es asunto sencillo, no es como estar en campaña donde los discursos colmados de promesas les sirvieron a muchos para consolidar su proyecto político. Hacer campaña y saber gobernar son dos cosas muy diferentes.

La renuncia de German Martinez Cázares a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social es un foco rojo al que se le debe dar la importancia necesaria, fue una renuncia responsable y a todas luces bien fundamentada, pone al descubierto situaciones ya conocidas por todos, y aquí hay que ser bien puntuales; el nuevo gobierno le está apostando demasiado y mal a su supuesto plan de austeridad, en más de una ocasión han denunciado -aunque no de manera judicial- la corrupción al interior del IMSS y de otras dependencias gubernamentales. Una de las medidas que han implementado para acabar con este gran problema es controlar los presupuestos asignados, y esto, al menos hasta el momento, no ha dado resultados positivos, se habla de un eventual desabasto de medicamento a nivel nacional porque la partida presupuestal para la adquisición de éste se encuentra parcialmente congelada, sin embargo el gobierno de AMLO ha otorgado por adjudicación directa por lo menos 6 contratos que en total suman más de 164 mdp, a 9 empresas ligadas al superdelegado y excandidato a la gobernatura de Jalisco Carlos Lomelí, y si esto no es un claro ejemplo de conflicto de interés, entonces no sé qué sea.

En campaña, los candidatos de la 4T aprovechaban cualquier oportunidad para decir “¡Primero los pobres!”, ahora que son gobierno ¿ya habrán caído en cuenta qué el IMSS es la institución encargada de atender a los ciudadanos que no cuentan con los recursos necesarios para pagar atención médica particular? ¿sabrán también qué es al sector más vulnerable de nuestra sociedad a quienes afectan primero las malas decisiones y las medidas hechas al vapor? En tiempos de la 4T está claro que las posibles soluciones a los grandes retos que enfrenta nuestro país, surgen sin planeación pero bueno, que no planeen, que sigan improvisando, pero al menos que lo hagan con el mínimo de sentido común; ¡Acabaremos con el huachicoleo! decían, y la medida fue cerrar los ductos de combustible, provocando caos y desabasto a nivel nacional, ahora: ¡Acabaremos con la corrupción al interior del IMSS! y una de las medidas fue congelar el presupuesto destinado a la compra de medicamentos, pero los contratos millonarios por adjudicación directa para beneficiar a los cuates están a la orden del día ¿pues no que el conflicto de interés se acabaría entrando el nuevo gobierno?

No cabe duda que vivimos una época de cambio, aun no sabemos si será para bien o para mal, sólo el tiempo lo dirá, pero mientras eso sucede seguiremos señalando y cuestionando aquellas decisiones que la experiencia nos dice que no traerán consigo nada bueno, y si la experiencia no es suficiente, estoy segura que el sentido común no falla, aunque a algunos les cueste trabajo ponerlo en marcha.

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