Recién se generaron dos noticias que representan un muy necesario cambio para México: la iniciativa contra el outsourcing (o subcontratación) y la aprobación, en la Cámara de Senadores, del consumo adulto de la marihuana. Ambas situaciones transforman el panorama social, económico y de seguridad en el país, encaminándolo a un escenario más justo y menos violento. ¿Qué análisis se puede ofrecer? ¿Cómo impactarán estos cambios?

Algo que es necesario mencionar es que el outsourcing no es por de facto malo, sin embargo, tiene sus particularidades e ineludiblemente debía regularse. Intentos para hacerlo se habían generado en el pasado reciente, aunque de manera insatisfactoria. La semana pasada, durante una conferencia mañanera, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, junto con Luisa María Alcalde, secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS), entre otras personas invitadas, anunció la iniciativa que finalmente regularía la subcontratación.

Tal iniciativa, que se espera que sea aprobada por el Poder Legislativo en los siguientes días, contempla varios ejes rectores. Uno de ellos es la prohibición de la subcontratación de personal, que se realiza cuando una persona física o moral proporcione trabajadores propios en beneficio de otra, salvo en algunas excepciones. Éstas serían cuando se realicen prestaciones de servicios especializados que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica de la empresa receptora. En este contexto, las personas físicas o morales que presen dichos servicios especializados necesitarán invariablemente autorización de la STPS, asegurando en mayor media la correcta operación de la subcontratación.

El panorama que nos muestra esta iniciativa de la administración de López Obrador es uno no solamente sano, sino indispensable para los trabajadores y el gobierno. Los beneficios directos para los primeros son garantizar sus derechos laborales, así como recibir sus prestaciones de acuerdo con la ley, y para el segundo es percibir las contribuciones fiscales de la empresa y el personal laboral. En todo caso, la regulación de esta práctica fomenta un clima de relación laboral más leal y justo entre sus partes.

Con respecto al segundo triunfo, el jueves se aprobó en la Cámara de Senadores el uso adulto de la marihuana, que permitirá – a reserva de que la Cámara de Diputados lo secunde en los siguientes días – portar individualmente un máximo de 27 gramos y poseer hasta ocho plantas de cannabis en casa. También se obtendrá la liberación de personas procesadas o sentenciadas por posesión simple. En este escenario, fueron 82 votos, la mayoría de Morena (aunque también otros partidos políticos participaron), los que generaron este resultado.

Cabe mencionar que existía un temor por despenalizar el consumo de marihuana porque se argumentaba que podría incentivar el uso de otras drogas más nocivas, como la cocaína. No obstante, en países como Estados Unidos de América (EUA), donde el consumo de la marihuana está permitido en varios estados, no hay evidencia significativa ni representativa que dicte que los consumidores de cannabis recurran posteriormente a otras drogas más nocivas. Por ende, la negativa de despenalizar el consumo de la marihuana respondía a otras verdades.

En cualquier caso, el nuevo panorama es ampliamente trascendental por dos razones. La primera es que formará un precedente con respecto a la comercialización la marihuana, situación que en EUA se encuentra avanzada; y la segunda es que permitirá disminuir una parte de la violencia que se libra en el país a causa de la búsqueda de los grupos narcotraficantes para la dominación de plazas, lo que, junto con la guerra contra el narcotráfico, ha generado una longeva pesadilla de la que México aún no se ha podido despertar. Ojalá que con ello al fin regresen los militares a los cuarteles.

Escritor, historiador e internacionalista

niels.rosas@gmail.com
@NielsRosasV (Twitter)

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