Los procedimientos de auditorías de las cuentas públicas son viejas ¿Por qué se sorprenden si la administración de López Obrador es un desastre en el manejo administrativo, financiero y económico? La ASF entregó formalmente la primera cuenta pública del sexenio. Como todas, tienen cientos de observaciones; a nadie debe sorprender. Hay quienes ya culpan a David Colmenares Páramo, titular de la ASF, por inconsistencias en los resultados de los daños que generó López por la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Si tuvo inconsistencias se corrigen y ya, dejar a un lado el drama de AMLO, con sus otros datos. Ahora se preguntan los sarcásticos: ¿se doblegó o se equivocó? La cuenta observa casi 67 mil millones de pesos mal gastados (¿corrupción?), ese es el meollo del problema.

Sobre la estimación de los daños al patrimonio nacional que provocó AMLO por la destrucción del aeropuerto de Texcoco, la ASF calculó por encima de los 300 mil millones, en tanto el irresponsable presidente dijo que fueron 100 mil millones de pesos. Los 100 mil millones una cantidad bárbara tirada a la basura; se enfrascan en las inconsistencias. Ese no es el problema de fondo, López Obrador y su gente deben aclarar qué hicieron con los 67 mil millones derivados de la auditoría de desempeño. Sus programas sociales arrojan problemas, malos manejos, abuso de recursos públicos, incluso el Ejército Mexicano, de 5 mmdp autorizados para el nuevo aeropuerto del año fiscalizado, gastó más de 12 mil millones de pesos ¿De dónde sacaron más del doble de dinero? Se entretienen en las inconsistencias de Texcoco, pasando por alto el tremendo desorden del manejo del dinero público.

No cumplen con objetivos, no hay mediciones de evaluación de metas, cada dependencia gasta como le viene en gana y la documentación hecha un desorden. Hubo resistencias para entregar la información. No hay licitaciones en las compras millonarias. Tuvieron que regresar a las arcas 738 millones de pesos, no pudieron demostrar su aplicación. Apenas con la muestra de 370 auditorías detectaron tremendo desorden. Este es el fondo del asunto, no las inconsistencias sobre la estimación del error de los más de 100 mil millones de pesos que reconoció López, haber dilapidado para construir su aeropuerto. A David Colmenares titular de la ASF pretenden colgarlo por el error de sus auditores y ¿el desorden en la administración pública de Andrés Manuel López Obrador no tendrá sanción alguna? Este es el fondo del problema, no divaguen en nimiedades.

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