A propósito de un comentario que nos hizo nuestro amigo Héctor Parra en la red social Twitter, respecto a la especulación o lectura que hacíamos sobre un “selfie”, debo comentar que la política es el “campo de la especulación”, e incluso cabe lo que él dice: “lo bueno está donde nadie ve”, y suele ser que las lecturas o señales pueden están equivocadas.

Claro, lo anterior es cierto cuando un sistema político es hermético y cerrado, como solía ser el PRI en décadas anteriores, de ahí que Fidel Velázquez creara la famosa frase: “quien se mueve no sale en la foto”.

Lo que yo me pregunto: ¿seguirá vigente dicha sentencia?, en parte sí, en cuanto a final de cuentas quien decide quienes serán los candidatos a los puestos de elección popular es Los Pinos, es decir el Presidente de la República, lo que deja fuera cualquier proceso democrático en la designación.

Si lo que toma en cuenta el Presidente para la designación es la trayectoria política como militante, vaya que sin duda el candidato a gobernador lo sería Jesús Rodríguez Hernández. Si a esto agregamos que es muy cercano al grupo del estado de Hidalgo que goza del control del poder en Los Pinos, entonces el asunto estaría resuelto. Claro estamos en el campo de la especulación.

Por otra parte digo que no en cuanto el líder del PRI en el estado ha sido enfático que se elegirán a los más populares, y ante ello me pregunto, ¿popular significa que la gente vote por ellos?, la respuesta es no.

Popular significa que es conocido por el pueblo, por ejemplo, Cuauhtémoc Gutiérrez, el “príncipe de la basura” es popular y no significa que el pueblo vote por él. Lo que se tendría que elegir es a militantes más cercanos a las necesidades del pueblo y que puedan arrastrar votos en la contienda.

Amigo Héctor Parra, es un “selfie” y especulamos en cuanto a la foto del momento, si mañana aparece otro también lo comentaremos. .

FRANCISCO DOMÍNGUEZ Y LOS PROBLEMAS DE LA UNIDAD EN EL PAN.

Para el senador Francisco Domínguez no es fácil aglutinar a los distintos grupos opositores que existen al interior del Partido Acción Nacional en una candidatura de unidad. Sabemos que ha intentado acercarse a estas facciones a fin de generar confianza en torno a él.

Sabe que la posibilidad de ser el candidato a gobernador es muy cercana, en cuanto Ricardo Anaya estudia la opción de quedarse en el partido para suceder en su momento a Gustavo Madero, y de ahí postularse a la presidencia por el PAN.

Con el grupo del ex presidente municipal, Manuel González Valle, el asunto parece irreconciliable, en parte porque Francisco Domínguez no cumplió con lo pactado, es así que tan luego llegó a la presidencia municipal despidió a todos los funcionarios y empleados cercanos a Manuel González. Tal vez porque no se ganó la gubernatura. Como bien reza el dicho: “las heridas duelen y más cuando son por traición”.

Por otro lado, con el grupo de Armando Rivera el asunto va por el mismo camino. Muy cercano a Ricardo Anaya el ex edil ha mantenido su distancia con Francisco Domínguez. En la misma tesitura están los dirigentes del PAN en el estado que encabeza José Luis Báez.

Es difícil cerrar heridas cuando se tiene una personalidad frontal. Alguien, incluso el mismo Ricardo Anaya, tendría que realizar esa labor de consensuar y concertar con los distintos grupos a favor de Francisco Domínguez.

NADIE SE BAJA SI AÚN NO SE SUBE.

Es cierto, Braulio Guerra no se ha bajado de competir a un puesto de elección popular, se mantiene en esa posición. Tal vez ya no sea la que él aspiraba, pero sí va a competir en otra. Total, es cosa de reacomodos, a final de cuentas no es que ellos se bajen sino que los bajan y el aceptar es cuestión de disciplina a la que Braulio Guerra ya está muy aleccionado.

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