¿Dieta o medicinas? | Querétaro

¿Dieta o medicinas?

Mónica Silva Olvera

Hipócrates mencionó “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”  en una época en que los medicamentos eran pocos y las enfermedades desconocidas. Sin embargo Hipócrates reconocía entonces el valor de una adecuada alimentación, de saber elegir los mejores alimentos para preservar una adecuada salud.
Actualmente se conocen muchas enfermedades, muchas de sus causas así como muchas opciones de tratamientos a través de los medicamentos. Pero ¿se ha seguido la recomendación de Hipócrates o por el contrario se ha abandonado completamente?

La semana pasada tuve la oportunidad de asistir al IV Congreso de la Sociedad de Cardiología Preventiva, en el que diversos expositores hablaron de enfermedades crónicas como diabetes, obesidad e hipertensión y sus diversos tratamientos para controlar los riesgos y probables complicaciones de éstas enfermedades.

En cada conferencia el tema de la adecuada alimentación y el cambio de hábitos siempre serían el primer comienzo para el control de dichas enfermedades. Incluso hacen mención que, si la población mexicana siempre tuviera muy buenos hábitos de alimentación y actividad física, la presencia de éstas enfermedades disminuiría en nuestra sociedad y mejoraría la calidad de vida de muchos.

No por ello no debemos usar medicamentos; la dieta es una ayuda para prevenir la enfermedad, pero en el momento en el que se instala la enfermedad es indispensable, además de una adecuada alimentación, recurrir al medicamento que nos indican para controlar adecuadamente la enfermedad que padecemos.

Por ejemplo, si cuido mi alimentación y realizo ejercicio, lo más seguro es que mi nivel de colesterol total se encuentre en los rangos adecuados. Pero si se llegara a elevar a niveles de riesgo (colesterol total mayor de 220 mg/dL) el tratamiento más eficaz para su control será el medicamento, pues con la dieta sólo lograría reducir un poco ese exceso de colesterol, sin embargo, con el medicamento la reducción sería notable y llegaría a rangos saludables. 

No siempre la dieta es el tratamiento exclusivo de las enfermedades, pero sí es una pieza clave para su mejor control. Un ejemplo claro lo vemos en los pacientes con diabetes, cuando sólo toman su medicamento, el control de sus niveles de glucosa se logra lentamente. Cuando suman al tratamiento un cambio de alimentación firme y constante, los efectos son impactantes y con un control adecuado de glucosa y una disminución de riesgos de salud a futuro.

Pero en México, en nuestra población, es más fácil que un paciente tome sus pastillas a que cambie sus hábitos de alimentación. Es más fácil tomar cinco, seis o hasta ocho pastillas al día, que dejar de consumir alimentos que les hacen daño como refrescos, postres o “garnachas”.

Cuando se tiene salud, el mejor consejo que podemos recibir es cómo cuidarla. Cuando ya se tiene alguna enfermedad, el mejor consejo es el tratamiento médico adecuado.  Siempre queda en  cada quien las decisiones que toma con respecto a su salud. Hay que ser responsables al decidir.

*Nutrióloga clínica, Educadora en Diabetes. 
Presidente del Colegio de Nutriología de México.
Clínica Torre Roja San Juan del Río, Qro.
(427) 101.85.50 ext. 2.
[email protected]

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