- ¡Chale…!
- ¿Qué?
- Siempre había oído hablar mal de Carlos Slim y ahora resulta que es ¡mi nuevo héroe nacional!
- ¡Ah, no manches!
- ¡Neta! Se estaba diciendo que lo iban a lanzar para presidente de la República en 2018.
- No estaría mal. Así tendríamos un presidente mexicano millonario que nos defendería del presidente millonario gringo.
- El viernes lo entrevistaron y lo negó. Se asumió únicamente como empresario.
- ¿Y eso lo convirtió en tu héroe?
- En parte, porque bien podría haber aprovechado la rueda de prensa y destaparse para presidente. Pero no. Habló de la economía interna, de que él apoya al país y a la unidad nacional, no al gobierno. Estuvo atento, amable, aportando buenas ideas. Hasta fue simpático.
- ¿Y eso fue lo que te latió de él?
- Voy a tratar de explicarme. En estos días el asunto del muro nos ha traído a todos como locos opinando al respecto. Y que van a regresar a millones de mexicanos, y qué van a subir el 20% de todo lo que importemos, y que el dólar llegará a 50 pesos.
- Simón. También se habló de que Trump había dicho que en Estados Unidos solo se hablaría inglés, y quitó de la página oficial de la Casa Blanca la sección en español. ¡Terminará multando a cualquiera que hable español en Estados Unidos!
- Me dio tristeza ver el servilismo con que tu presidente reaccionó. Todo México andábamos arrastrando la cobija. Entonces, Slim vino como a calmar los ánimos. Me devolvió un poquito de la esperanza en México, que ya había perdido.
- ¿Y cómo lo logró? Porque la neta yo también ando de capa caída…
- Hizo ver el panorama menos negro. Por ejemplo, sugirió que se aprovechen todas las reservas que México aún tiene en tierra, para que en pocos meses se produzca medio millón más de barriles de petróleo. Nos alentó al asegurar que los mexicanos tenemos la fuerza y la capacidad, y más ahora que todo el país está unido para tomar decisiones difíciles.
- ¿Y qué dijo de seguir negociando con los gringos?
- Dijo que el tratado de libre comercio continuará. Que dejemos que Trump siga diciendo, que siga hablando, pero que vea que estamos en posición de fuerza, y que lo que más le conviene es hacer una asociación comercial con México. La neta me devolvió el orgullo de ser mexicano.
- Como buenos mexicanos mis amigos y yo ya no vamos a comprar en sus supermercados, ni comer pizzas, ni hamburguesas, ni donas, ni nada de nada de eso. Y menos refrescos ni cafés gringos. ¡Tan recaros!
- Si vas a dejar de tomar café o refresco, comer pasta o pan, que sea por salud y no por un movimiento feisbuquero, sin pies ni cabeza. O si no dime, ¿quién le va a dar trabajo a todos esos mexicanos que van a correr?
- Ah, por si, ¿verdad?
- Mira, esto de Trump es nomas llamarada de petate. Para hacer el muro tiene que tener muchísimo dinero, que no tiene. Y aunque diga que nos lo va a quitar a los mexicanos, habrá que ver si el congreso dice que se puede y les conviene. Además, en Estados Unidos, no todo el mundo está de acuerdo con él.
-¿Neta?
-¡Claro! Los Ángeles, San Francisco, Chicago, Nueva York, Washington y otras de las llamadas Ciudades Santuario, protegen a mexicanos y demás indocumentados y no los van a sacar de territorio gringo. Además, varios países ya están apoyando a México con fuertes declaraciones en contra del Pato Donald. - - Así que, ve a decirle a tus amigos que sigan comprando hamburguesas, refrescos, pastas y donas, pero que también consuman en nuestras tiendas pequeñas y en nuestros mercados.
- ¡Va!

Google News