Leí en algunos medios de comunicación nacionales una declaración que más que tranquilizarme me deja más preocupado. El secretario de Educación de este país ha manifestado en su calidad de funcionario público que habrá “castigo” a la violencia escolar, Yo creo que el señor Chuayffet tiene una máquina del tiempo o añora sus años en la Secretaría de Gobernación, donde el garrote era la única forma de “solucionar” los problemas.

Sin embargo ante esta desafortunada declaración debemos de analizar con profundidad las verdaderas causas que han desarrollado y potencializado el fenómeno del acoso escolar o Bullying en nuestro país.

La concepción del bullying proviene de la palabra bull que significa “embestir”; con este término se pueden clasificar una serie de conductas que los jóvenes realizan de manera individual o en grupo contra una persona o grupo que por lo regular no coinciden o empatan con las actividades, modos o conductas de este colectivo agresor.

Debemos ser claros y objetivos; el acoso escolar siempre ha existido, invariablemente ha sido algo que a lo largo de los años algo que pareciera normal y común en las escuelas y entre las niñas y niños mexicanos.

El abordaje sobre este fenómeno en México es relativamente reciente, recuerdo que el IFE por los años 2000 y 2003, llevó a cabo consultas con jóvenes para construir cifras sobre las crecientes agresiones que ya se daban en las escuelas en aquel entonces.

Sin embargo, las cifras cada día van en aumento, cada jornada escuchamos nuevas formas que utilizan los muchachos para agredir a sus compañeros o compañeras sin que las personas agredidas puedan manejar la situación, a grado tal que el suicidio en México ya es la tercera causa de muerte en adolescentes, una de las causas para quitarse la vida, ha sido sin duda la violencia sufrida.

El acoso en ocasiones no solo se demuestra de manera física, hoy simplemente hay que darle al joven un teléfono con internet, que cuente con un correo electrónico o sencillamente tener una video consola de juegos online, para que el niño o niña pueda ser sujeto de figuras como el ciberacoso, donde las agresiones ya no son entre alumnos de la misma edad, si no que se involucran en muchos casos mayores de edad.

Considero que uno de los caminos para disminuir estas conductas debe ser la urgente implementación de centros de mediación escolar en los planteles educativos de todo el país. La mediación debe ser la intervención temprana para que los conflictos no escalen; y se traduzcan en violencia. Debe ser un mecanismo para que padres de familia, maestros y alumnos se sienten a la mesa a dialogar y erradicar el agredir.

Creo que castigar la conducta abusiva no es el camino para lograr la paz, si queremos que las cosas cambien debemos generar un entorno equilibrado para nuestros niños y niñas no solo en la escuela, también de debe generar de manera individual y de forma importante en la familia.

Director General ArtMol Consultores y Servicios

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