La temporada de lluvias nos recuerda la vulnerabilidad que tenemos en la infraestructura de la Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ), así como en las diversas regiones del estado.

Las inundaciones en nuestra ciudad capital provocan daños en viviendas, vialidades y en diversas infraestructuras. La ciudad de San Juan del Río también padece de las inundaciones. La existencia de concentración de población y actividad económica acentúa la importancia de los daños.

En la zona serrana las precipitaciones pluviales son más abundantes, pero la concentración de población y la actividad económica es sensiblemente menor. De cualquier forma, también sufren las consecuencias, entre otras, deslaves en las laderas y afectaciones en caminos y carreteras, teniéndose en no raras ocasiones la incomunicación de comunidades.

Las zonas de riesgo, las aledañas a los cauces de los ríos o a los sistemas de drenes pluviales, las zonas aguas debajo de bordos y presas, así como las laderas, deben ser consideradas con la mayor atención. Una de las problemáticas que se genera a lo largo de los cauces de los ríos son los asentamientos humanos irregulares, que por ningún motivo deben estar en esas zonas de jurisdicción federal, porque entre otras cosas el agua representa un gran riesgo para la propia vida de los pobladores.

En lo que refiere a los drenes pluviales, muchas veces resultan insuficientes para conducir los caudales provocados por lluvias intensas; los bordos y presas requieren ser administrados para la regulación de los caudales, mitigando así las mayores exigencias durante los periodos de precipitación intensa.

Por lo que atañe a las laderas, el agua de lluvia reblandece el terreno disminuyendo la estabilidad y aumentando las posibilidades de derrumbes. La realización de construcciones en laderas requiere mayores cuidados, estudios y diseños que pueden realizar especialistas, que en muchos casos pueden llevar a desaconsejar la realización de obras en esos sitios, por el riesgo existente.

Por otra parte, es necesario reconocer que en diversas administraciones se han llevado a cabo obras de drenaje pluvial y construcción de bordos para atenuar los daños que pueden generarse a causa de las lluvias intensas en nuestra ciudad de Querétaro y en la cuenca que tributa al río Querétaro, sin embargo, estas obras han resultado insuficientes ante un crecimiento acelerado de la metrópoli.

Una visión integral para atender la problemática de las inundaciones en la ZMQ tiene que ver con la planeación del desarrollo urbano, con el conocimiento real de la hidrología de la cuenca, la topografía y su evolución a causa de la subsidencia en el valle de Querétaro, y con las formas en que se generan las autorizaciones para los desarrollos inmobiliarios, para los nuevos fraccionamientos, para las diversas infraestructuras de la urbe.

Es de la mayor importancia lograr la metropolización, para establecer esquemas de toma de decisiones similares en cuanto a los estudios técnicos que evalúen las implicaciones de una autorización para cualquier desarrollo, así como las consecuencias en materia hidrológica y del drenaje pluvial. No debe soslayarse la relevancia del buen manejo de las aguas residuales y de la protección ambiental. Por ello, es de la mayor pertinencia lograr una homologación de reglamentos y requisitos, una mejora regulatoria municipal y estatal.

Debe realizarse un modelo integral que permita prever, de forma rigurosa, las consecuencias de cualquier decisión, disminuyendo probabilidades de daños, como los derivados de inundaciones.

En el artículo siguiente se presentará un esbozo del modelo, de lo que requerirá y de su alcance, en el cual pueden participar académicos distinguidos, personajes de la ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Procurador del Medio Ambiente de Querétaro

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