Estamos de lleno en las fiestas decembrinas y es un buen momento para recapacitar sobre lo que le estamos generando a nuestro planeta, pues a pesar de que a diario somos testigos y participes del ecocidio de la biodiversidad en donde vivimos, no adoptamos acciones que permitan consolidar esfuerzos para frenar esta situación que pone en riesgo la supervivencia de las nuevas generaciones.

Definitivamente que cada uno de nosotros, hasta cierta forma, somos conscientes de que al ritmo que vamos, inevitablemente vamos a acabar con el planeta. Desde que comenzó el proceso de industrialización, caminamos a pasos agigantados sobre la destrucción de nuestros recursos naturales. En ningún otro estadio de la humanidad se había registrado tanto abuso y sobrexplotación de los recursos.

Estudios científicos han demostrando que el cambio climático ya no tiene vuelta de hoja y que la propia naturaleza, en su afán de subsistir, está realizando ajustes severos a las condiciones climáticas a través del recrudecimiento de sequías, extinción de especies animales y vegetales, migración, lluvias atípicas, entre otras. El Fondo Mundial para la Naturaleza o WWF (por sus siglas en inglés), asevera que la humanidad requiere de 1.6 planetas como la Tierra para mantener su consumo actual. ¡Imaginemos en dónde estamos parados!

Desde el siglo pasado se trabaja desde distintos frentes para cambiar la forma en que utilizamos los recursos que nos provee la naturaleza. Un ejemplo de ello es el Pacto Mundial de la ONU, que invita a las empresas a trabajar desde 3 Principios fundamentales (7, 8 y 9), los que están encaminados a fomentar el cuidado de los recursos naturales y a favorecer las tecnologías inocuas. De igual forma sucede con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, otra iniciativa propia de la Naciones Unidas y distintos países a nivel global.

Hoy los seres humanos y las empresas tienen muchos desafíos para enfrentar los retos que nos depara el futuro, entre ellos podemos mencionar algunos:

· Controlar la sobrepoblación humana y modificar los modelos de consumo;

· Contribuir con acciones y actitudes diarias para frenar el cambio climático;

· Producir energías limpias y evitar la dispersión de contaminantes a la atmósfera;

· Frenar la contaminación hídrica y favorecer el acceso a agua potable;

· Reducir la contaminación y empobrecimiento de suelos cultivables, así como la sobreexplotación de los océanos;

· Transformar la economía lineal (producir – usar – tirar) por una economía circular (producir – usar – reciclar y reutilizar).

En la próxima entrega hablaremos de algunas acciones concretas que podemos llevar a cabo en nuestros negocios y entornos familiares para coadyuvar a mejorar nuestro paso, sin que esto represente grandes inversiones o costos que pongan en riesgo las economías.

Cifras de la RSE

1.- Diageo, una de las firmas que comercializan más bebidas alcohólicas en el mundo, dio a conocer los resultados de su programa de responsabilidad social “JoinThePact”, a través del cual han comprometido a más de 5 millones de personas en el mundo a no beber y conducir. Las campañas de promoción están soportadas por reconocidos conductores de la Formula 1, entre los que destacan Fernando Alonso, Mika Häkkinen y Stoffel Vandoorne. Curiosamente, esta información se da en la época decembrina, cuando los índices en el consumo del alcohol suben notoriamente.

2.- Durante la realización del “One Planet Summit”, en Paris, Francia, Schneider Electric anunció su compromiso de utilizar energía 100% renovable para 2030, además de comunicar el lanzamiento de un nuevo fondo de inversiones de impacto, con un objetivo de 100 millones de euros. El fondo busca mejorar las vidas de 2 millones de personas y evitar la emisión de hasta 25 millones de toneladas de CO2 en un periodo de 20 años.

3.- Ante los problemas de movilidad que se dan en las grandes urbes de nuestro país, las empresas alemanas Siemens y BMW hicieron entrega de la “Agenda 2020 para una sustentabilidad y movilidad urbana y eléctrica en México” al titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Rafael Pacchiano Alamán, la cual ofrece alternativas de desarrollo sustentable. Dicho documento, elaborado con propuestas de estudiantes, académicos, empresarios y asistentes al Foro de Sustentabilidad, Movilidad Urbana y Eléctrica, atiende aspectos relevantes como Sustentabilidad en la cadena de valor en la industria automotriz; Movilidad urbana integral; Electromovilidad e infraestructura, y; Soluciones inteligentes de movilidad. Esperemos que el cambio sexenal no lleve el documento al archivo del olvido, como ha sucedido en muchas otras ocasiones.

Hasta la próxima ronda de Negocios Sustentables.

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