"Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante; pero usar de ella como un gigante es propio de un enano.”
William Shakespeare.

López ya está hundido en sus complejos, ahogado de resquemor y de venganzas sin sentido. Su cohorte lo sabe desnudo, los más valientes se lo susurran al oído desde hace mucho, pero el presidente es necio y se aferra a sus carnes.

No vendrá ningún apoyo, ningún rescate, ningún aliento para las millones de pequeñas y medianas empresas que hacían algo para mantener a este país medianamente a flote, a muchísimas se les ha dictado su sentencia de muerte.

Los datos de la realidad no le vienen bien al traje del emperador que prefiere la holgura de su ideología... Y el mundo, dice ahora en el colmo de la hubris, seguirá su ejemplo.

El presidente es al mismo tiempo Simón Bolívar, Roosevelt, Benito Juárez y Fidel Castro, no es un estadista sino un escribidor de novelas históricas, ni siquiera originales, más bien repetitivas y absurdas. Al presidente le preocupan más las redes que las opiniones de las calificadoras mundiales, le estresa más su guión con elefantes blancos de ornato que el futuro de su pueblo, porque el presidente ya no mira a su pueblo, el presidente piensa que es él, y solo él, el único y verdadero pueblo bueno y sabio.

Vamos al precipicio sin más, en un año estaremos al fondo del abismo contemplando lo lejos que dejamos la posibilidad de crecimiento y ahí, lastimados, derruidos y jodidos seguiremos bajo el liderazgo de un hombre que tiene otros datos, que bailará victorioso sobre el cadáver de molinos de viento que nadie más puede mirar y que derrotó pese a todo y a todos.

Y sí, también habrá otros cadáveres, de los muertos del COVID y de las neumonías atípicas y también habrá los que generarán la miseria y los que sumarán los hijos de puta de la maña que nomás no le hacen caso a los regaños de las abuelas pero, según el emperador, habremos triunfado

Que nadie nos engañe, afrontemos el destino que elegimos incluídos los que no votamos por él.

México, con justa razón, enojado e indignado decidió castigar los malditos corruptos que saquearon al país con sorna, que nos vieron de soslayo y nos hicieron menos. Seamos francos, la mayoría no votó por una esperanza tanto como por un mandar a la chingada a todos esos rateros, a todos esos que encarnaron nuestros males fuesen cuales fuesen.

López es López, así era, así es y se radicalizará cada día más y más. Nuestro destino, por desgracia, quedó en las manos de un solo hombre y, en definitiva, no del mejor.

Ojalá que el abismo nos sirva para reflexionar la urgencia histórica de enterrar, de una vez por todas, a los caudillos y dejar nuestra experiencia para unas buenas novelas de historia.

DE COLOFÓN

El SAT deja en estado de indefensión a muchos contribuyentes por medio del buzón tributario, las notificaciones obligan a pagar, so pena de multas, embargos y responsabilidades penales, pero resulta que los tribunales para defenderse ¡están cerrados por la contingencia!... Vaya manera de ponerse de lado del pueblo: Cooperas o ¡cuello!.

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