Hace un par de días, el periódico EL UNIVERSAL publicó el suplemento de Mejores Universidades en su edición 2023, el cual es un ejercicio anual que a lo largo de 16 años ha evolucionado con un único objetivo, analizar a las instituciones de educación superior en el país, para que las y los jóvenes estén en posibilidades de decidir cuál es la mejor opción académica para su futuro.

Este Ranking lleva consigo una metodología determinada por tres factores; información cuantitativa sobre las Instituciones de Educación Superior, Encuestas a Empleadores, y Encuestas a profesores.

Con esta metodología se solicita a las distintas universidades información relativa con la acreditación institucional, las certificaciones de la oferta educativa ante organismos evaluadores, la participación de los integrantes de los cuerpos académicos en procesos de desarrollo de ciencia e investigación, su participación en el Sistema Nacional de Investigadores, entre otros factores. Adicionalmente, este procedimiento cuenta con un apartado relativo a la satisfacción de los empleadores respecto de las habilidades, competencias y destrezas de los egresados y estudiantes, su desarrollo dentro de una organización y, finalmente, una evaluación a las y los profesores de cada institución.

Una vez ordenada la información con un método estadístico se determinan porcentajes y se establecen calificaciones globales, mismas que arrojan el nivel en el que se encuentra la institución y su lugar en el ranking.

Ahora bien, ¿Qué importancia tiene este ranking? De entrada permite a las universidades conocer su situación actual respecto del nivel de satisfacción de los empleadores y profesores, esto como medio para determinar el nivel de eficiencia respecto de los aprendizajes como de las condiciones generales de las y los profesores, y con ello establecer políticas públicas educativas tendientes a mejorar tales indicadores; por otra parte, conocer cuál es el nivel de incidencia de las evaluaciones y aspectos no sólo cuantitativos sino cualitativos de la institución; como lo son los niveles de eficiencia terminal, la aplicación y acreditación de los sistemas de calidad e información relativa a la planeación y prospectiva.

Bajo ese orden de ideas, resulta importante mencionar a la Universidad Politécnica de Querétaro, institución pública que a lo largo de los últimos años ha desarrollado un liderazgo fortísimo en el área automotriz de la mano de un aspecto fundamental: la formación de la persona.

En UPQ se ha profesionalizado el modelo de enseñanza por competencias que sitúa a las y los estudiantes en un entorno de aprendizaje, recreando procesos y modelos de la industria, no obstante lo anterior, no solamente se ha optado por la profesionalización de la técnica científica y su aplicación económica, sino también se ha propuesto un modelo de Desarrollo Humano líder en el país que forma personas capaces de desenvolverse en el entorno científico con un enfoque en habilidades sociales y directivas.

Todo ello trae como consecuencia que nuevamente la UPQ sea parte de este ranking, logrando situarse en el número 16, lo que sin duda es un éxito de todas y todos en esta gran universidad. 
carlos.contreras@upq.mx

@carloscacl

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