Pues aunque suene a titulo de telenovela o película de drama les quiero platicar que así es la vida de un empresario. Tenía pensado otro tema para mi siguiente colaboración pero los últimos días fueron literalmente como lo planteo en el titulo de este texto y es por esto que quise compartirles un poco de lo que paso.

En general en la vida, me parece que siempre hay días buenos o malos, momentos felices y tristes. En internet podemos encontrar miles de frases que nos dicen “Sin lluvia, no hay arcoíris” “Sin días buenos, no hay malos” pero la realidad es que cuando estas en esos días malos ni una frase bonita te van a cambiar el humor.

Hoy es miércoles, la semana lleva apenas 3 días, y yo ya pase por el día más motivante del mes, seguido por el día más triste y frustrante de hace quizá meses. ¿Qué raro es esto no?

El lunes recibí comentarios de mi cliente más importante, sobre lo contento que estaba con el proyecto que le hicimos. Lo cual para mi fue como una estrellita gigante de esas que te ponían en kínder enfrente de todo el salón. Sentí que podía con todo, motivada al 100 para seguir adelante. Pero ¡Sorpresa! dos días después viene el mal día cuando reviso las cuentas y números del mes. Definitivamente no estaban como lo planeado, ¿Qué paso? ¿Qué hicimos mal?. La realidad es que el mes pintaba para ser el mejor pero por algunas razones, que prefiero reservarme, no resultó ser un buen cierre para la empresa. En ese momento es cuando te cuestionas hasta por respirar y nos culpamos de el 100% de lo que paso. ¡Claro! Bien dicen que si las cosas salen bien son gracias a ti, pero si salen mal son por tu culpa ¿no? Pues la realidad es que no es así, aunque el empresario sea el responsable de su empresa, son acciones de todos que llevaron a que el plan no saliera.

Lo primero que tienen que hacer es definitivamente: gritar, llorar, enojarse, o lo que ustedes quieran pero solo un ratito eh, y de preferencia no hacerlo frente a tu equipo de trabajo. Respeta ese momento y haz lo que consideres correcto para sacar la frustración ¡Te lo juro! Una vez que lo haces esa nube que esta sobre tu cabeza que no te deja pensar se empieza a deshacer y ahí es cuando surge las ideas, planes B, C y D o los que sean necesarios.

No te culpes, no dudes de ti, ni de tu capacidad. No dudes de tu proyecto, ni de tu sueño…en conclusión ¡No Dudes!. Yo sé, y soy fiel creyente que si un negocio funciona es por que alguien se aferró a un sueño y se aferró tanto, que confío con toda su pasión, entrega y amor. Así es de que si estas en ese día bueno y motivante aprovéchalo, disfrútalo, gózalo y guárdalo por que vas a necesitarlo para enfrentar el día malo, que no es que sea bruja, o deseé cosas malas, pero te aseguro que va a existir. Muchas de las empresas han hecho sus mejores estrategias en las crisis más fuertes.

“En tiempos de crisis, algunos lloran y otros venden pañuelos” mejor seamos de los que venden pañuelos.

**Fernanda Robledo es fundadora de Startpoint Coworking y Office, emprendedora y empresaria. Especialista en generación de contenidos para redes sociales.

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