En los pasados días tuvimos la noticia de que el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó cancelar la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero. Se procedió en consecuencia al no haber recibido el informe de ingresos y gastos de precampaña por parte del candidato. Este hecho se ha interpretado como “justicia divina” dadas las condiciones del candidato, pero también hay quienes observan este suceso como una “mano negra” del máximo órgano electoral del país. ¿Qué se puede comentar al respecto? Sin duda, hay que recurrir a la memoria o tratar de fingir menos.

Grupos feministas, académicos, periodistas, etc., han recibido esta noticia como una justicia divina que tuvo que llegar de esta manera ante la incapacidad de escucha, ética y moral de varios tomadores de decisiones en permitir y apoyar la postulación de un candidato acusado de abuso sexual. Es incluso deprimente tener que mencionarlo, pero es la realidad y ahí están los hechos, no es narrativa, aunque sabemos que hay otras personas que les ha molestado esta decisión del Instituto.

Es evidente el apoyo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha construido hacia Salgado Macedonio, es decir, se molesta porque asegura que lo que vive hoy en día su candidato no es otra cosa mas que linchamiento electoral. Y, como siempre, recurre a la frase mágica y de elección: “no ha habido ningún otro momento en la historia de México” en donde se haya involucrado tanto en la vida de un candidato para desestabilizarlo. Pues, en todo caso, para eso también sirven las elecciones: para sacar los trapos al sol y que la gente vea quién realmente es esa persona que está tan sonriente pidiendo los votos. Vaya, si de todas formas hay impunidad hoy, ayer y mañana, al menos esto sirve para conocerlos más y decidir por quién votar, ¿no?

A pesar de eso, mientras que el excandidato ha  sido sujeto de varias acusaciones de corrupción y, sobre todo, de abuso sexual, el mandatario se lavó las manos al limitarse en explicar que “el pueblo [y no él] había sido quien decidió postular a Salgado Macedonio”, al mismo tiempo que giró la instrucción a Mario Delgado, presidente nacional de Morena, para aprobar esta infame candidatura. No obstante, ahora que el INE decide proceder bajo sus lineamientos, es decir, cumplir con la normativa, la situación en Palacio Nacional cambia.

En palabras del mandatario, ahora el INE es el “supremo poder conservador” al haber retirado varias candidaturas de Morena, entre ellas la de Salgado Macedonio. Ahora el INE es malvado y perverso en su actuar por apegarse a la normativa. Ah, pero cuando a través de su desempeño permitió las transiciones democráticas del PRI al PAN en el año 2000 y ahora en 2018 del partido tricolor a Morena, en eso sí no fue “conservador”.

Resulta incoherente que las instituciones un día sean “malas” o “buenas” de un día para otro, o en todo caso “conservadoras” y “no conservadoras” (o liberales) simplemente porque una decisión, que se tomó con base en la legalidad, no haya gustado a alguien o no se haya alineado a los intereses de una persona, sobre todo a quienes, en su momento como oposición, abogaban por aplicar la ley en todo momento y sin excepciones. (¡Vaya, vaya!). Entonces, ¿“que se aplique la ley, pero a mi vecino, no a mí”? ¿De eso se trata?

Y bueno, ¿de qué se queja López Obrador si el INE al final le hizo un favor a él y a Morena? El presidente había intercambiado el futuro del partido por el presente. Seguir con la candidatura de Salgado Macedonio quizá habría generado más votos y distritos ganados hoy en día, pero la mancha de postular y apoyar enérgicamente a la victoria, a pesar de la evidencia, a un candidato acusado de abuso sexual, sobre todo en el contexto actual tan caótico de violencia de género que vive hoy el país, se habría convertido en indeleble para la historia de Morena y de México.

niels.rosas@gmail.com
@NielsRosasV (twitter)

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