La sesión de consejo político municipal realizada el pasado domingo 26 de octubre en el PRI de Querétaro, es sin duda el reflejo del acomodo político que se ha iniciado al interior de los partidos políticos en la entidad, con miras a la jornada electoral del primer domingo de junio del próximo año 2015. No debemos soslayar que los procesos electorales federal y local ya se encuentran corriendo desde inicios de este mismo mes, y que los símbolos, presencias y formas de los mensajes de la política y en la política, mucho aclaran y casi siempre llevan un destinatario particular.

Así sucedió en el evento priísta, que estuvo precedido por el cambio de delegado del comité ejecutivo nacional, con la salida del senador guanajuatense Miguel Angel Chico, que poco margen de actuación tuvo en la entidad debido a la falta de interés mutuo entre la clase política priísta y el legislador federal, y a la llegada de una nueva delegada Alejandra del Moral, actual diputada federal, ex presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli y ex funcionaria del gobierno estatal del presidente Enrique Peña Nieto, durante su mandato como gobernador del Estado de México.

Su presencia ya comenzó a ser significativa en Querétaro, y es que el mensaje fue claro y directo, los verdaderos enemigos del priísmo local son la falta de unidad e inclusión y el triunfalismo, que ya algunos aspirantes presumen y asumen con soberbia y ni que se diga de sus equipos que hasta ya se han repartido varias veces la presidencia municipal y la gubernatura. Las palabras de la nueva delegada fueron muy precisas, todavía no se ha decidido a favor de algún aspirante y todos juegan. Por ello la presencia de los únicos dos verdaderos competidores priístas por el gobierno estatal fue significativa, por un lado Roberto Loyola Vera actual presidente municipal, y por el otro lado Jesús Rodríguez Hernández, quien lejos de los reflectores y sin el aparato mediático ni los recursos materiales, ya le ha dado desde hace varios años la vuelta a todo el estado en múltiples ocasiones, conoce perfectamente a toda la estructura y la militancia, y sin duda es de los pocos hombres de Estado y operadores políticos que le queda al PRI queretano.

También es necesario precisar la ausencia, ya cotidiana, del dirigente estatal sustituto, que sigue ausente del partido, con lo cual corrobora su falta de pertenencia desde siempre, al igual que la ausencia del coordinador de los diputados locales, que por cierto amagó internamente con violentar la sesión del consejo político, y la de algunos dirigentes de sectores y organizaciones estatales, que sin duda, es un signo inequívoco de la ruptura que existe al interior, y que la dirigencia nacional ya tiene identificada, tanto así que la propia delegada del CEN fue la primera en referirla públicamente.

La separación de la dirigencia municipal de Luis Cevallos, que por cierto tiene graves errores jurídicos, y la llegada de Ángel Rojas que podría estar afectada de nulidad estatutaria al cabo de un par de meses, prepara el camino para lo que será la decisión más difícil al interior del ayuntamiento queretano; es decir, la definición del regidor propietario, no suplentes en funciones ni el síndico, que deberá fungir como presidente municipal interino, cuando Roberto Loyola solicite licencia al cargo edilicio, para competir internamente por la candidatura a gobernador, y que no podrá ir más allá de los primeros días de febrero del año entrante, ya que la ley electoral señala que los procesos internos de los partidos deberán sustanciarse dentro del mes de febrero y hasta el 15 de marzo, y los reglamentos priístas obligan que haya al menos 10 días entre la expedición de la convocatoria y el registro de aspirantes, por lo que seguramente Luis Cevallos será presidente municipal interino en esas fechas, porque al interior del grupo priísta en el ayuntamiento, no se avizora algún otro regidor o regidora que pueda con el paquete de cerrar con buenos resultados el gobierno municipal, y desde luego muchos de ellos aspiran, solamente eso, a una candidatura para la diputación local.

Por último, el mensaje debe ser claro también para los aspirantes a la presidencia municipal de la capital; los tres son delegados federales, pero solamente dos tienen militancia y pertenencia al PRI. Uno con la mancha de haber sido ya denunciado por uso de recursos públicos ante la titular de su secretaría; el otro, el caballo negro que tiene más experiencia, oficio y trabajo sin duda; del tercero ya ni hablamos, porque alegando un parentesco imaginario, intentan posicionarlo a la fuerza, sin tomar en cuenta las leyes no escritas de la política mexicana, pero sobre todo porque no ha realizado mayor trabajo dentro del partido y eso es algo que ninguno de los demás militantes están dispuestos a pasar por alto. En este último caso, el único beneficiario sería el diputado federal panista que ya tiene en la bolsa la candidatura de su partido a la capital queretana.

Abogado y consultor de empresas. @ NorbertoAlvarad

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