Como lo he hecho siempre durante esta administración, la semana anterior hice un anuncio de frente y con la verdad ante la ciudadanía con quien he cumplido y seguiré cumpliendo mi obligación de transparentar las acciones que mi gobierno realiza, así como las decisiones que tomo para el bienestar de los habitantes del municipio.

Le dije a la comunidad queretana que decidimos iniciar el proceso de cancelación de la concesión para instalar parquímetros y el sistema de bicis compartidas, pues la empresa que ganó el convenio, Aquiles Park, simple y llanamente no cumplió con lo estipulado en el mismo.

Entre hechos y versiones. Estoy convencido, como lo está la gran mayoría de ciudadanos en el municipio, de que debemos de modificar el esquema de movilidad que hoy tenemos en la ciudad, que prioriza el uso del automóvil particular para trasladarse, por encima de otra opción.

Tan arraigada tenemos esta costumbre que la prioridad de las obras públicas, hasta el trienio pasado, eran las vías para que circularan los automotores.

Sustentados también en este pensamiento, un reducido grupo de personas piensa que bajar el uso del automóvil dañará sus negocios y por eso se han opuesto a implementar este cambio de movilidad.

Nuestra visión es que si no cambiamos nuestra forma de trasladarnos en la zona metropolitana, estallará una gran crisis de movilidad. Los automóviles particulares impedirán que haya movimiento, como está sucediendo en varios puntos de la ciudad. Los embotellamientos, los bloqueos de las calles y la pérdida de tiempo en medio de ellos, cada vez serán más severos y graves. Por eso es que nos propusimos sentar las bases para que en nuestra ciudad se desalentara el uso del vehículo particular y se optara por caminar, usar bicicleta o el transporte público.

Infortunadamente, la empresa concesionaria (Aquiles Park) falló. No realizó todas las acciones que se tenían que hacer para que ambos sistemas comenzaran a operar.

Más aun, encontramos que había acciones de dicha compañía que de continuar, podrían causar un daño extraordinario a las finanzas públicas del municipio.

Al enterarnos de esta condición decidimos frenar todo de tajo. Preferimos detener este proyecto y evitar la afectación patrimonial, a mantenernos en el plan como lo teníamos concebido, a pesar de que se nos criticara y hasta se inventaran “explicaciones” indemostrables que supuestamente condujeron a esta determinación.

Positivos y negativos. Por supuesto que hay daño al municipio de Querétaro pues se frena una parte del plan general de movilidad que se tenía programado y, por consecuencia, zonas como el Centro Histórico de la ciudad ven postergada la solución al conflicto vial que diariamente enfrenta.

Sin embargo, el resto del proyecto sigue su marcha. Mantenemos la disposición de continuar con la construcción de las ciclopistas que anunciamos desde el inicio de la administración; sigue en pie el proyecto de arreglar la avenida Ezequiel Montes con sustento en el concepto de calle completa, además de vincularnos con el nuevo sistema de transporte público de pasajeros que complementará este esquema de una  nueva movilidad.

Vislumbro una ciudad en la que el tradicional caos vehicular quede erradicado; que su Centro Histórico cuente con constante ir y venir —a pie o en bicicleta— de compradores, turistas y habitantes del mismo.

Veo una ciudad con menores índices de contaminación atmosférica gracias a la reducción del uso del auto particular. Más peatones, más ciclistas y menos automotores circulando. No es un asunto de confrontación político-partidista ni, mucho menos, de especulaciones ociosas que refieren una “gran presión” ciudadana para echar abajo el plan.

Nuestras preocupaciones no son esas. Estamos ocupados en comenzar a resolver la problemática que enfrenta nuestra ciudad. Ese es el verdadero reto que tengo como presidente municipal y mi compromiso con todos los ciudadanos.

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