Mis estimados, un abrazo de miércoles, hoy quiero platicar de situaciones que me han dejado dolores en el corazón, esta pandemia cada vez es más letal, aparecen nuevas cepas de coronavirus y no hay, hasta ahora, un límite para ello, vacunas van y vacunas llegan, pero tampoco hay un control; nos imponen un calendario sin sentido para poder tener acceso a ellas y una negación para su venta, ¿qué debemos hacer?... esperar es la respuesta, cuidarnos y seguir todo el protocolo que se debe tener en estos confinamientos, sin embargo, a pesar de todo ello, la pandemia de Covid-19 ya hace de las suyas de una forma letal y lo digo porque he sido afectado de  manera directa, al abrir mis redes leía notas, datos y algunos memes divertidos,  pero sorpresa, ahora la mayor parte son pésames y noticias tristes acerca de familiares de amigos o seres aledaños.

Ángel Quetzal, mi amigo, un tipo carismático, que promovía bandas de reggae y ska, promotor de festivales de alcance grande en donde se realizaran, esta semana se nos adelantó, su padre lo hizo el día 25 de diciembre pasado, recuerdo haberle dado las condolencias en Face y de pronto me entero que partió.

Así  como él, infinidad de guerreros de la noticia en todas sus fuentes se han marchado, Alex Cedillo, otro entrañable amigo con una larga historia de aventuras, también fue sentenciado por la pandemia, qué hacer más que sufrir a la distancia, todos estamos en foco rojo desde muy dentro de nosotros, rezamos porque todo pase y sea una amarga pesadilla, hace unos días nos preguntamos cuándo regresamos a la normalidad y, vamos, en julio pasado decíamos “en septiembre estaremos listos”,  carajo es enero de 2021, seguimos en pandemia y cada vez peor, pues nos vale lo que digan las autoridades, realmente como buenos mexicanos le jugamos al chingón, bailándole a la muerte a su ritmo, sin darnos cuenta que sólo espera un descuido para ponernos de espalda y mandarnos al cielo en una caída con límite de tiempo.

Hagamos una oración por todos los que ya no están y recemos porque esto se acabe ya.

Pongamos “All you need is love” y cantemos a todo pulmón, bailemos  “Dont worry, be happy”, sequemos las lágrimas con “Three little birds” y, sobre todo, cantemos al viento el dolor que nos ha dejado, dejemos ir la tristeza, que al final la recempensa será el poder decir ¡lo logramos! Soy  el Pollo Rock  y nos leemos en otra ocasión.

@pollorockmusica

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