En un abrir y cerrar de ojos culmina el primer mes de 2021, un año que se ha caracterizado por la continuidad de los problemas heredados por su antecesor. En este contexto, se desarrolló la visita del presidente nacional de Morena, el diputado federal, ese sí con licencia, Mario Delgado Carrillo. El acto principal de su breve gira tuvo como propósito dar el espaldarazo oficial a la precandidata de dicho instituto político; este suceso ha tenido como interpretación, ser la moneda de cambio político entregada a contraprestación de la candidatura a la presidencia municipal de Querétaro.

En medio de protestas de simpatizantes de otro de los excontendientes a la gubernatura, se aseguró el respaldo y apoyo a la candidata Celia Maya. Es su contribución a lo que parece ser una bomba de tiempo, ignorada por la simulación de falso acto de unidad. Los procesos internos de selección de candidatos en Morena se han caracterizado por la libertad para la inscripción, generando expectativas en los contendientes y simpatizantes, pero también se caracterizan por una designación que no termina de convencer a los perdedores ni a la opinión pública, la supuesta oscuridad en las encuestas es perfectamente clara para los participantes, arguye Mario Delgado.

Si bien en la candidatura a la gubernatura, los principales actores políticos se han alineado en el discurso y algunos en la práctica, los simpatizantes no conformes de una corriente continúan con el rechazo al resultado y al empleo del método. La joya de la corona serán los registros y luego procedencia de los mismos, en los cargos locales, especialmente en la presidencia municipal de Querétaro, la cual aporta cerca de 154 mil votos a los 400 mil requeridos para la alternancia estatal.

Se avizoran como posibles aspirantes: el comentarista financiero Arturo Maximiliano, con reproches de participación reciente en el PAN; el senador suplente Juan José Jiménez, que dice aportar una estructura organizativa; la profesora cesada del Frente Estatal de Lucha, Rosa María Córdova; y un actor que se ha introducido por medio de la publicidad en redes sociales, Sergio Borbolla. El común denominador de los cuatro es que ninguno goza del consenso al interior de un partido desorganizado y disminuido, ni tampoco de aceptación entre el electorado.

El reto para Morena en Querétaro capital será mayúsculo , donde además deberán competir contra un actor que, en el proceso electoral pasado, “quedó en segundo lugar”. Ojalá y las carpetas entregadas el sábado no sean como las cartas de Bayardo en la novela de García Márquez: todas sin abrir.

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