Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga.

Pregunta: Hola Rocío. Soy Manuel, tengo 26 años y mi novia 23, salimos desde hace un año. Me costó mucho trabajo que me hiciera caso y cuando por fin logré que fuera mi novia, me dijo que íbamos a ir despacio, que le diera tiempo para procesar nuestra relación, en fin, no entendí nada. Continuamos poco a poco, pero no me dejaba avanzar mucho sexualmente, primero sólo me dejaba besarla, nada de caricias, y después de mucho tiempo, empezamos con cariños. Yo le pedí que tuviéramos relaciones y ella me había confesado que no era virgen, y comencé a presionarla más.

Por fin un día la convencí y fuimos a un hotel. Yo estaba muy emocionado, compre unos sándwiches y unos refrescos para después del sexo. Ella estaba muy sacada de onda, pero traté de tranquilizarla besándola, me excité mucho y comencé a quitarle la ropa, ya no aguantaba más. Cuando trate de penetrarla, no podía y le dije: “¿no que no eras virgen?” Ella estaba molesta porque la estaba lastimando, se paró y se fue, ni siquiera nos comimos los sándwiches.

Luego platicamos lo ocurrido y ella me dijo que no sabía qué le había pasado, pero que se sentía en deuda conmigo y que lo volviéramos a intentar. Al siguiente día fuimos al hotel y las cosas se pusieron peor. Yo le tuve más paciencia que la primera vez, pero  la fui perdiendo cuando ella no me respondía, me enojé mucho y le pregunté por qué no me deseaba y le reclamé por no amarme; le grité mucho y nunca respondió. Sólo lloró toda la tarde hasta que nos fuimos del hotel. La tercera vez ella estaba más tranquila y me parece que habló con alguien, porque se sentía más relajada, por fin pudimos tener sexo y aunque yo tuve un orgasmo, ella nunca llegó, me sentí muy frustrado por no hacerlo mejor para que ella también estuviera bien. He tenido algo de experiencia y nunca me había pasado esto. Creo que mi novia es frígida, me gustaría que me lo aclararas y que me dijeras qué hacer. Gracias.

Respuesta: Manuel, gracias por la confianza. Me gustaría comenzar aclarando que la frigidez es la incapacidad de las mujeres de sentir placer sexual y llegar al orgasmo, y aunque es el trastorno sexual femenino más mencionado, es sin embargo, el menos común.

Existen otras causas por las que tu novia está atemorizada de un encuentro sexual, creo que ella fue clara contigo, ya que desde el primer momento quería que todo fuera poco a poco. Los hombres y las mujeres somos fisiológicamente y psicológicamente diferentes. A los hombres les cuesta menos tiempo tener una erección, en cambio las mujeres necesitamos de un preámbulo, algo que es diferente para cada una de nosotras que nos hace sentir deseo y el comienzo de la lubricación.
Manuel, es muy importante, que le quites la etiqueta de “frígida” a tu novia, si la quieres ayudar.

Primero hay que considerar lo siguiente:

Puede que ella tenga algún miedo infantil o sentimiento de culpa sobre el sexo, pudo haber sido sorprendida cuando era niña mientras se estaba masturbando y quizá fue severamente reprendida y obligada a avergonzarse.

Otra causa puede ser el miedo a un embarazo no deseado y no confía ni en el más seguro de los anticonceptivos, o bien, puede que tenga desconfianza de los hombres, por eso le cuesta trabajo relacionarse. Toma en cuenta que aunque ya no sea virgen, no quiere decir que tenga experiencia, y eso le puede asustar.

En fin, quisiera que pudieras comprender que las mujeres disfrutamos tanto o más que los hombres del sexo, pero nosotras somos totalmente diferentes a ustedes. Si la quieres, necesitas hablar con tu novia y preguntarle si tiene idea de lo que le pasa o si necesita de ayuda profesional. La mayoría de las veces para disfrutar de una verdadera sexualidad, las mujeres debemos conocernos y si tenemos problemas, resolverlos antes de compartir con una pareja, si no, todo se vuelve complicado y hasta doloroso.

Tu novia ha sido valiente en aceptarte, pero es indudable que debes tenerle paciencia.

El camino para una sexualidad sana es largo, pero al mismo tiempo que tu novia comience a conocer o a resolver su sexualidad, tú también conocerás la tuya. Empiecen por platicarlo y no formen expectativas, en algún momento se dará de forma natural, no desesperes. Poco a poco y sin presión, llegarán los dos al clímax. Quédate con esto:

“Hazle el amor a tu novia, no a sus órganos genitales”.

Intza69@yahoo.com

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