“Estimados compatriotas, queremos hacer formal denuncia ante los medios de comunicación de México y el mundo el trato cruel, inhumano y degradante del que hemos sido objeto por parte de funcionarios diplomáticos de la embajada de México en Perú que viola elementales principios de la Convención Americana de Derechos Humanos…”  De esta forma lo dieron a conocer 22 de los 300 mexicanos abandonados a su suerte en aquel país.

Así, como hilo de media, empezaron a circular mensajes de mexicanos varados en otros países denunciando ante las autoridades la falta de apoyo por parte de los consulados, ante una situación que en definitiva no se encuentra en manos de ningún viajero. Connacionales en La Habana, Cuba: “Tenemos hambre, frío, no tenemos dinero, estamos acostándonos en el piso y nos estamos enfermando, hay niños, personas de la tercera edad, con discapacidad, hagan algo por favor, queremos regresar”.  Mexicanos en Egipto: “La embajada de México no nos está apoyando, así que pedimos ayuda a todos en general para compartir el video y poder regresar  lo más pronto posible”. En otros casos, como en El Cairo les ofrecían “ayuda parcial con costo” sólo para 26 de las 41 personas que aún se encuentran allá. Todos sin excepción denuncian cancelaciones sin devolución de dinero por parte de distintas aerolíneas, como Interjet, Aeroméxico y Lufthansa, además de costos excesivos por “vuelos humanitarios” con una cuota mínima de 500 dólares (aproximadamente 11 mil 590 pesos mexicanos por el tipo de cambio) y en otros casos, como París el costo es de 30 mil pesos. Por si fuera poco comienzan a denunciar discriminación debido a que no los aceptan o los corren de los hoteles, porque piensan que les pudieran contagiar el virus.

Yo me pregunto, entonces ¿para qué sirven los consulados México en el exterior si no es para ayudar a los mexicanos que se encuentran en situación de emergencia? Bueno pues, para no contestar sus llamadas, evadir correos, dar malos tratos y de plano cerrarles la puerta en sus narices, es lo que conocemos por medio de videos de nuestros connacionales varados alrededor del mundo, que lo han hecho incluso fuera de las instalaciones de las embajadas, mostrando la indiferencia e incompetencia de las autoridades a cargo, la puerta cerrada, sin señal de respuesta.

Por otro lado, no hay que dejar de lado que también en nuestro país hay extranjeros varados, tan sólo en Cancún se encuentran 350 turistas esperando repuesta por parte de su aerolínea o de los consulados de su país ubicados en territorio nacional, argentinos, brasileños, colombianos, peruanos, chilenos, uruguayos y cubanos que denuncian la misma situación, malos tratos por parte de los responsables de las embajadas o cancillerías de sus países, falta de apoyo, comunicación y réplica, eso sin contar a quienes se encuentran en la Terminal 1 y 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Lo que a mi parecer no logran entender las autoridades al frente de las embajadas es que no es una situación que se haya dado por voluntad propia, simplemente no estaba en el itinerario de viaje, regularmente los viajeros llevan un presupuesto contemplando ida y vuelta, traslados a tours, comidas y alguno que otro souvenir, jamás piensas en una catástrofe, denotación de guerra o pandemia. Sin titubeo, creo que los consulados así como los servicios de salud en muchos países “no la vieron venir” y, desde luego, tampoco estaban preparados para enfrentar esta situación que convirtió las extraordinarias vacaciones en una real y sentida pesadilla.

*Periodista y conductora
Premio Nacional de Locución otorgado  
por la ANLM
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