De acuerdo con el Código Penal Federal comete el delito de abigeato, quien por si o por interpósita persona se apodere de una o más cabezas de ganado sin consentimiento de quien legalmente pueda disponer de ellas. Siendo la sanción de dos a 10 años de prisión.

Se considera ganado a las especies bovina, caballar, asnal, mular, ovina, caprina, porcina o de una o más colonias en un apiario; así como aquel domesticado, bravo, de pezuña, ganado mayor o menor, independientemente de la actividad típica del animal.

Asimismo, este delito se tendrá por calificado y se aumentará la pena hasta en una mitad, cuando sea cometido por quien tenga una relación laboral, o de parentesco con el propietario; cuando se ejecute con violencia física o moral, o bien cuando lo cometa un servidor público.

Finalmente, cuando la conducta se cometa por una asociación delictuosa, banda o pandilla las sanciones corpóreas serán mayores.

El marco legal descrito fue un esfuerzo que emanó del Congreso de la Unión apenas en el año de 2017, no obstante el abigeato no ha disminuido durante 2018 y lo que va de 2019 de acuerdo con registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por lo que continúa la afectación al sector pecuario o ganadero, siendo el mayor perjuicio para los pequeños productores pues ven disminuido muchas veces la totalidad de su patrimonio.

Asimismo, se ha ido transformando de un delito cometido en solitario o aisladamente, a uno que ejecuta cada vez con mayor frecuencia el crimen organizado.

El sector pecuario representa una importante generadora de divisas a través de sus exportaciones, además de que constituye una fuente alimentaria nacional; emplea a casi 7 millones de personas y representa al menos el 40% del Producto Interno Bruto [PIB] agropecuario, con alrededor de 250 mil millones de pesos.

Ante esta situación ayer presenté ante el pleno del Senado una iniciativa para reformar al artículo 19 constitucional para que el abigeato se encuentre en el catálogo de delitos que ameriten prisión preventiva oficiosa; asimismo, en próximos días presentaré una reforma a la ley secundaria para que éste ilícito sea considerado además delincuencia organizada.

Ambas medidas vienen a combatir la absoluta impunidad con que se desenvuelven estos delincuentes en nuestro país, que afectan crecientemente a la industria ganadera nacional. El centro de la propuesta es que no puedan llevar sus procesos penales en libertad y que la figura de la extinción de dominio los alcance para reparar el daño que generan.

Como senador de la República siempre velaré por el bienestar del campo nacional, y trataré de proteger con la ley en la mano las actividades productivas que realizan. En el estado de Querétaro al que represento, tenemos una pujante industria ganadera, en el municipio de Ezequiel Montes, cuenten conmigo de manera permanente.

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