Hablar de la pandemia en México, a 21 meses del primer caso detectado y anunciado oficialmente como virus SARS-CoV-2, conlleva afrontar o aguantar discursos y escritos faltos de seriedad mínima en medios de comunicación, que simplifican la problemática y no consideran cuestiones estructurales de la sociedad y alrededor del sistema de salud.

En el mar de discursos, críticas y actores que se han expresado sobre un problema de salud mundial, la agenda mediática ha dado resonancia a personas y discursos cuyo mantra ha sido repetir, como si fuera fórmula, que el número de pruebas, el uso masivo del cubrebocas y cerrar fronteras hubiera resuelto el problema de Covid, cuando científicamente cada vez salen más evidencias y artículos que no es así.

Además de las determinantes sociales en Epidemiología, factores que se han mencionado en este espacio con anterioridad, artículos en revistas especializadas como The Lancet han demostrado y señalado que la desigualdad social, las condiciones de vivienda e incluso socioeconómicas de miles de familias, estructurales por décadas, han sido factores de más peso en las miles de muertes en México, por encima de frases y percepción mediáticas.

El artículo “The income gradient in COVID-19 mortality and hospitalisation: An observational study with social security administrative records in Mexico”, publicado por 5 especialistas de distintas disciplinas e instituciones en The Lancet, se suma a la lista de escritos científicos que contribuye a entender la pandemia en México, al mismo tiempo que echa abajo atribuir la culpa a una persona por las miles de muertes, o las falacias repetidas en medios.

Aunque el escrito aclara que sus resultados no buscan ser representativos o generalizables a toda la población mexicana (porque se enfocó en trabajadores afiliados al IMSS), sí realiza estimaciones y señala explicaciones que apuntan más a factores sociodemográficos, determinantes sociales y prevalencia de comorbilidades en el número de muertes que ha causado la pandemia, más que por otras causas.

“We also show that among people who tested positive, those with lower incomes had, in fact, four times the probability of being hospitalised, which means that they experienced more severe disease than richer people. Those in the lowest income decile also had five times the probability of dying as those in the highest decile”, se puede leer en la página 6 del paper, entre los resultados del estudio pionero en México, aunque similar a otros realizados en Bélgica y Suecia, países sin las desigualdades que tenemos.

En lugar de hacer caso y creer a las supuestas “voces autorizadas” que presenta la mayoría medios para criticar la gestión y hablar de la pandemia en México, sin ser especialistas en salud pública y Epidemiología, mejor sugiero revisar las publicaciones científicas.  Así nos evitamos un “Te (l)lo dije” o dejarnos guiar por adjetivos emocionales contra funcionarios, sin conocer un mínimo de la Medicina o la Salud Pública.

Show y jueces (¿de salud?) en la comentocracia

Daniela Pastrana, Premio Nacional de Periodismo 2019 y quien dio cobertura informativa a decenas de conferencias de prensa vespertinas en Palacio Nacional, ha evidenciado en Twitter a supuestos informadores que acomodan frases a su conveniencia y sin contexto, en su obsesión de criticar al subsecretario de salud, Hugo López Gatell.

En el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte, un sector de la comentocracia volvió a dar pena: poco faltó para que sacaran “espuma por la boca” en vivo, al mencionar que el subsecretario estuvo como uno de los representantes de México. Caen en el juego de creerse jueces en asuntos que no conocen a detalle.

Periodista y profesor de la UAQ

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