Los consejeros del INE no tenían por qué enmendar la página, si les asiste la razón jurídica, con respecto al oscuro Fideicomiso de Morena. Lorenzo Córdova, en representación de 10 de los 11 consejeros, en conferencia de prensa reiteró “su disposición al diálogo, a la respetuosa discusión de las ideas, con todas las fuerzas políticas y, en particular con quienes, de manera clara, han recibido el mandato de gobernarnos”. ¡Su disposición al diálogo y respetuosa discusión de las ideas son disposición a la sumisión!

Córdova agregó: “Más de 56 millones de mexicanos acudieron ese día a emitir su sufragio, en libertad. Ello fue posible porque a lo largo del último año el INE ha construido las condiciones con apego a los principios constitucionales (...). El mandato ciudadano expresado en las urnas ha sido claro y contundente; el INE no sólo lo respeta, sino que, como garante de los derechos políticos de las y los mexicanos, va a defenderlo hasta sus últimas consecuencias”.

Resulta que ahora todo se lo debemos al INE. ¿No fue la voluntad ciudadana el ir a votar; y el trabajo ciudadano, la recepción del voto, el cómputo y el escrutinio? El discurso tiene un trasfondo, ¿será acaso aquello de la “vil amenaza” a que se refirió AMLO, respecto de la sanción del INE a Morena por el Fideicomiso? Las palabras denotan la velada rendición de la plaza.

Córdova también dijo: “Para el INE, el resultado de las votaciones es incuestionable. Es precisamente la transparencia con la que éstas se llevaron a cabo lo que dotará de legitimidad democrática a quienes ocuparán, luego de que el TEPJF resuelva las impugnaciones que se han presentado y califique las elecciones, los cargos de elección popular”. ¿Para qué la aclaración de lo que es obvio? No hubo impugnaciones que hicieran dudar del resultado de la elección. Hasta los legos saben que faltan las auditorías del dinero que manejaron todos los partidos políticos; sin embargo, eso no modificará el resultado de la elección ¿Acaso por eso la advertencia y sumisión de los consejeros? Después de la sanción a Morena por 197 millones por el manejo sucio del dinero a través del Fideicomiso, ya nadie podrá lavarle el rostro, aunque el TEPJF, le quitase la multa. Incluso, sería peor después de la “litigada” que en medios han hecho Ciro Murayama y Marco Antonio Baños.

Para que no haya dudas al respecto, el consejero presidente aseveró: “Respecto del caso del fideicomiso mencionado es importante subrayar que no se constató un uso electoral de los recursos involucrados, a diferencia de lo planteado por el partido denunciante. Es decir, no existe ningún elemento, derivado de este caso, que cuestione los resultados de la elección del 1 de julio pasado”. ¿Qué necesidad del INE, fuera de procedimiento legal, de clarificar que no hubo uso de dinero sucio del Fideicomiso en la compra de votos? La aclaración es totalmente improcedente.

Por si no fuese suficiente, remachó: “En el desahogo de este caso, como en todos los que ha conocido el INE, la actuación del Instituto se ha apegado a los principios de legalidad, imparcialidad y de independencia. (...) El INE no aceleró ni retrasó las investigaciones. Del mismo modo, rechazamos los señalamientos que indican algún tipo de intencionalidad política de nuestra parte en el sentido de nuestra resolución”.

Conclusión: 10, de 11 consejeros del INE, tuvieron que salir al paso para lavar las heridas causadas a López Obrador, quien durante muchos años ha usado como bandera electoral la “honestidad” y cuyo fideicomiso resultó un fraude maquinado, que, aunque deslindado del uso electoral, claramente sirvió para financiar a candidatos y campañas de Morena, pues la militancia se quedó como 44.4 millones de pesos.

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